Continuamos en Milán, donde la Fashion Week se sucede entre homenajes emotivos a Karl Lagerfeld y mucha moda a la italiana. El exceso, el look opulento y el dorado continúan siendo las tres piedras angulares de esta pasarela, que cada día tiene desfiles de impacto. Hoy ha sido el turno de cuatro gigantes y os contamos todos sus detalles: desde la maravilla en cuero de Bottega Veneta a la locura neurótica de Marni, el grunge de MSGN y la continua vuelta al pasado de Versace.
Bottega Veneta: el cuero es tu mejor amigo
Era el primer desfile de Daniel Lee, su nuevo director creativo. Es difícil acertar a la primera, pero él ha conseguido poner al público en pie. Y es que el artista ha mantenido viva la herencia de la firma, pero girando hacia acabados más minimalistas y limpios, con aires sartoriales y un uso magistral del cuero. Quedamos avisados: Bottega Veneta se vuelve contemporáneo y nos deja las ideas más sexys y sencillas para lucir nuestros looks de cuero de forma muy rompedora.
MSGM: no sin mi print
El eclecticismo se ha adueñado de la pasarela de MSGM, con una propuesta muy variada en la que los estampados repetitivos eran los protagonistas. Sus combinaciones cromáticas han variado de los total blacks a los tonos rojos y negros más ochenteros, jugando al colour-block con mucho espíritu grunge. Por supuesto, también hay hueco para el rosa pastel más millennial, porque las tendencias no pueden ignorarse.
Marni y sus vestidos a medias
La inspiración del diseñador Francesco Risso era lo neuro-erótico. Es decir, una interesante combinación entre lo que puede resultar atractivo y lo que ya parece que se ha pasado de tuerca. Si a esto le sumamos la estética extravagante de Marni, el resultado ha sido un poco excesivo.
Vestidos deconstruidos que se mantenían en pie gracias a anillas o clips, cadenas como accesorios punk y con un toque fetichista, trajes de chaqueta asimétricos y juegos de capas en los que los diseños manipulan el ojo del espectador: ¿es un vestido? ¿Son dos? Demasiado complicado y neurótico.
Versace y su neonostalgia renovada
La firma italiana ha decidido seguir los pasos de Benetton para continuar en la cima: recuperar todo lo que los hace especiales y convertirlo en su colección. El resultado ha sido un bombardeo de colores ochenteros, con medias de encaje flúor, calcetines de peluche y capas neón superpuestas unas con otras. Eso sí, con la mesuda, la V de Versace, sus icónicos imperdibles y hasta algunas de sus fotografías más icónicas conduciendo el desfile.
Fotos | Imaxtree.