Regada por las aguas del río Henares, los orígenes de Guadalajara se remontan a la época romana. Aunque fue bajo la dominación árabe cuando este asentamiento pasó a denominarse Wad-al-Hayara (“río de piedras”), topónimo que evolucionaría hasta su actual nombre. Pero, sin duda, la huella histórica más destacada fue la dejada por la dinastía de los Mendoza que, a mediados del siglo XV, recibió el señorío de Guadalajara y dio esplendor a la ciudad durante siglos. Su rica historia ha dejado un importante legado arquitectónico en su casco antiguo auqneu también gastronómico.
En alguno de los muchos mesones que hay en Guadalajara capital se puede probar el cordero o el cabrito asado, dos de las especialidades culinarias más representativas de la provincia. También son típicas las truchas, los cangrejos de río y los derivados del cerdo, sin olvidar el morteruelo serrano (una pasta para untar en pan). La miel de La Alcarria, por otro lado, posee Denominación de Origen propia. Eso sí, para probar todo esto y más no hace falta dejarse un dineral.
Trampantojo Taberna Urbana
Calle de Rufino Blanco, 6 (19002)
"Si eres lo que comes, aquí serás una delicia", es el lema en esta peculiar taberna, tanto por la decoración como por lo que ofrecen. Un lugar familiar y acogedor en el que la comida está espectacular. Especialmente recomendable es su ensalada crujiente y la ración de morcilla con huevos de codorniz. Además, su carta de tostas es muy variada.
Restauante Casa Palomo
Cta. San Miguel, 5 (19001)
Casa Palomo es el resultado de tres generaciones de hosteleros, que empezó hace muchos años en Madrid, con el abuelo Paco y continúa en Guadalajara con el nieto Rafa llevando por bandera el apellido Palomo. Es un local pequeñito, con capacidad para 30 personas, en el centro de Guadalajara, con una decoración rústica, un ambiente acogedor y un trato profesional y cercano. Sin grandes sorpresas en lo culinario, trabajan con productos de primera calidad y tratan la materia con elaboraciones sencillas.
Don Tostajo
La Carrera, 55 (19005)
Restaurante de cocina típica alcarreña con raciones abundantes y, como su propio nombre indica, tostajos (grandes, imprescindibles y riquisimos). Además, tiene carta para celiacos avalada por FACE. Resumiendo: calidad a buen precio. Recomendable 100%.
Foto de portada | Ayuntamiento de Guadalajara
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