Anabel Palomares
EditorCon un calabacín y una lata de atún tendrás una cena ligera lista en 10 minutos que es gloria bendita para quien tiene prisa. Gracias al calabacín, la receta tiene un contenido calórico muy bajo pero es muy hidratante gracias al alto contenido en agua de esta verdura que será la protagonista del plato. Una receta que te salva la cena en un abrir y cerrar de ojos y que además es muy económica.
Para dos personas necesitamos dos calabacines pequeños, dos latas de atún en aceite de oliva, dos dientes de ajo, sal y pimienta. Podemos añadir alguna especia para darle sabor y un poco de ralladura de limón, además de unos frutos secos como nueces para aumentar el contraste de texturas. Las nueces, fuente de vitamina E, vitaminas del grupo B, potasio, magnesio, zinc y calcio vegetal, son también un alimento estupendo para controlar el colesterol, ya que mejora el perfil de lípidos en sangre y se asocia a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Comenzamos lavando bien el calabacín y secándolo. Vamos a hacer láminas muy finas con él, como si estuviéramos haciendo un carpaccio, pero en lugar de en rodajas, lo cortaremos longitudinalmente para que parezcan tagliatelles. Para conseguir esa forma, lo mejor es cortarlo con una mandolina como esta, que nos facilitará muchísimo la vida, pero si no tuvieras, lo puedes hacer con el pelador e incluso con un cuchillo, aunque las láminas quedarán más gruesas.
Escurrimos el atún con un colador y reservamos el aceite. En una sartén echamos el aceite del atún para saltear los dientes de ajo laminados. Los queremos dorados, pero no demasiado porque sino amargarán. Cuando estén listos, añadimos el calabacín y lo salteamos un minuto. No necesitamos hacerlo más tiempo porque son muy finas y queremos que pierdan rigidez, pero que se mantengan enteras y firmes. Una vez listas, apagamos el fuego y es entonces cuando vamos a condimentar todo añadiendo sal, pimienta negra recién molida al gusto y si quieres, otras especias como orégano, albahaca, hierbas provenzales o tomillo.
Movemos ligeramente para que se integren los sabores y añadimos también el atún, moviendo todo bien. Emplatamos y servimos con las nueces y la ralladura de limón, y si quieres, con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Cena lista en solo 10 minutos, muy saludable, alta en proteínas de calidad y con un sabor increíble. Y sin complicarnos la vida.
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