Congelar higos y disfrutar de esta fruta de verano todo el año es fácil si sabes cómo, y te lo contamos

Ya sea para hacer recetas con esta fruta o para tomar como postre después de la comida, los higos se quedan

Katja Vogt Hiuzycebzbe Unsplash
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Cómo se echa de menos la fruta de verano fuera de temporada... Con la bajada de las temperaturas toca despedirse de albaricoques, melocotones, brevas e higos pasta que los termómetros vuelvan a subir de nuevo. Sin embargo, hay algo que sí podemos hacer: congelar higos y que nos duren durante todo el año. El método es muy sencillo y se puede hacer en cualquier casa sin complicarnos más de la cuenta.

Un higo fresco nunca va a ser igual que un higo congelado pero, de esta forma, podremos tener higos en otros momentos del año. La ventaja de esta fruta con respecto a otras es su propio dulzor y composición. Al ser menos acuosa que otras,  su congelación doméstica no es tan agresiva.

No obstante, antes de ponernos manos a la obra debemos saber que no se prestan igual todos los higos. Hay que elegir higos que estén maduros, pero que sigan firmes aunque un poco blandos al tacto. Si intentamos congelar higos demasiado maduros, tras la descongelación se quedarán demasiado blandos y no serán agradables al paladar.

Una vez que los tengamos, los lavamos bien con agua fría y luego los escurrimos y secamos con papel absorbente. A partir de ahí, al gusto: podemos congelar los higos enteros o partidos, pelarlos o no pelarlos. Todo esto será opcional y no interferirá en el proceso de congelación.

Tijana Drndarski Aqdc12gkpuu Unsplash Tijana Drndarski

Una vez que los tengamos, debemos colocarlos sobre una bandeja de horno que hayamos forrado previamente con papel sulfurizado, procurando que los higos no se toquen entre sí. Colocamos la bandeja del congelador y la dejamos, al menos, un par de horas. De este modo, evitaremos que los higos se peguen después cuando los guardemos.

Transcurrido ese par de horas, los higos estarán parcialmente congelados. Es el momento de pasarlos a bolsas de congelación herméticas o recipientes que podamos meter en el congelador, procurando eliminar el máximo de aire posible. Y, si tuviéramos una máquina de vacío, mejor que mejor.

Ahora ya podemos meter nuestros higos sin complicaciones en el congelador con la seguridad de que no se van a quedar pegados entre sí. Además, si eliminamos la mayor cantidad de aire posible de las bolsas, también evitaremos la formación de cristales de hielo.

Cuando queramos consumirlos, solo tenemos que dejar los higos en la nevera hasta que estén completamente descongelados. Una vez descongelados, ya podemos dejar que se atemperen, pero no los descongeléis a temperatura ambiente.

Foto de portada | Katja Vogt

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