Trendencias en el desfile de Josep Font Alta Costura Primavera-Verano 2009

Trendencias en el desfile de Josep Font Alta Costura Primavera-Verano 2009
Facebook Twitter Flipboard E-mail

No, esta vez la crónica del desfile no se basa en fotos hechas por terceros ni en impresiones captadas al vuelo desde la distancia: esta vez, todo es de primera mano, porque si alguién creía que acceder al espectáculo más maravilloso del mundo, era un sueño, gracias a Josep Font (a la atentísima gente de Equipo Singular, básicamente), no lo es, porque sí, hoy puedo decir que he estado en un desfile de Alta Costura de París.

Si bien en un princio éste se debía celebrar en el Crazy Horse, Dita Von Teese (de la que os hablaré más adelante), que ha aterrizado allí con un nuevo espectáculo, le quitó el sitio, por lo que el desfile se vió trasladado a una sala de fiestas llamada Elysées Biarritz, pegada a una de las calles con más glamour por metro cuadrado de la capital gala (la avenue Georges V, donde el café se cotiza a más de siete euros…).

Allí, con un pelín de retraso y mucho frío, daba comienzo a las 17.42 un desfile íntimo, personal, cuidado, romántico, minucioso y muy sentido: “Mirando al mar…soñé”.

¿Os suena el bolero? Pues sus acordes eran el hilo conductor de un desfile que recreaba un paisaje marino en forma de travesía por la que Font nos invitaba a asistir a la transformación de sus excepcionales creaciones en elementos del mar: en ostras (como este vestido a base de rosetón en tules de seda, macramé y chantillí), en peces, en olas, en rocas, en redes o en estrellas de mar.

Las modelos caminaban lentas y acompasadas por el centro de la sala, y cuando llegaban al medio se subían a una plataforma giratoria con la ayuda de unos apuestos marineros vestidos de negro; nada de ritmos atronadores, ni pasarela interminable, allí todo fluía lento y pausado, y las creaciones del diseñador catalán más que ropa, eran pura poesía.

Este vestido en especial era increible, supongo que habéis visto ya el desfile de Alta Costura de Chanel, repelto de referencias nupciales, pues bien, yo no dudaría jamás en casarme con este regalo de Font a base de casaca militar con charreteras de flecos en los hombros a modo de top, sobre una falda inconmensurable de volates de de tul de seda (la toqué y era alucinante).

¿Precioso o no?

Otra de las creaciones que más me gustó fue este vestido hecho a base de red de hilo de seda, un poco, salvando las distancias, en la misma línas que las Rodarte para este invierno, pero mucho más artesanal y precioso. Ah, y sí, la que veís al fondo a la derecha es Nati Abascal, y la de la izquierda, Eva Amaral (muy dulce, simpática, y normal, por cierto, y con un estilazo tremendo, iba con un vestido de flores y blazer negro ajustado con cinturón).

En total fueron diez diseños (cuyos bocetos guardo ya en mi baúl de los tesoros), pero a mi me parecieron mil porque cuanto más lás mirabas, más trabajo veías detrás: esto, está claro, no es ropa para vender a jequesas árabes o multimillonarias de Texas, ésta, es ropa para admirar y sentir que no todo en la moda son las cifras: más allá del márketing todavía quedan románticos dispuestos a perder dienero con tal de no vender su alma al diablo. Y uno de ellos, por no decir el único, es Josep Font. Que la Cámara sindical de la Costura se fije en tí, no es fácil, desfilar en la Semana de la Alta Costura de París, es casi un milagro, muy muy pocos lo han conseguido, y Font ya va por su segundo año consecutivo.

Y atención porque aquí llega la obra maetra de la noche, “´Cómo una ola”: un vestido con enorme falda de tres picos con volantes de organza en tonos azules haciendo un dégradé, que quitaba el hipo. La gente, que aplaudió durante todo el desfile cada una de las creaciones, “braveó” a Font cuando apareció en escena semejante modelito.

Todo lo que os pueda decir se queda corto. Y os aseguro que nada de lo que véis aquí tiene algo que envidiarle a Katl Lagerfeld, ni a los señores que ahora diseñan para Valentino, ni a Jean Paul Gaultier, ni a Christian Lacroix; lo único que los diferencia son los medios (el dinero, la publicidad,...), sí, también los años de historia y el haber marcado una época, pero Font es un artesano que ama la moda y eso está por encima de todo.

Aquí van algunas fotos del backstage.

Algo movidas y borrosas, pero mi cámara, no daba para más (si alguien conoce a los Reyes Magos que les diga que la próxima Navidad no se olviden de mi Reflex).

Y Carla Royo-Villanova, encantadora, con precioso vestido posando con su mejor sonrisa ante mi torpe objetivo.

No os despiestéis demasiado que en breve llegan más cosas interesantes de París…

Comentarios cerrados
Inicio