Estás delante de la tele y ves una comfort movie. Una de esas películas que siempre te calman y te dan calor en el corazoncito. Le das al play y comienza la magia. O eso pensabas, porque de repente te das cuenta de que la protagonista sonríe bobalicona al chico. Parece muda, piensas, ¿por qué se comporta como si solo él fuera importante?. Bueno, será en esta escena y no te acordarías bien. En la siguiente, un plano corto de sus tetas. Un movimiento de cámara que recorre todo su cuerpo. ¿Qué está pasando?, te preguntas. Viste la peli el año pasado y no te pareció tan… machista. Lo que ocurre es que estás cambiando y evolucionando y con ello, está cambiando tu forma de mirar el cine y las series. Estás empezando a ver las cosas con las gafas moradas puestas.
Ver algo con las gafas moradas puestas es una metáfora para referirnos a tener una perspectiva más crítica que te permite analizar las desigualdades de género en diferentes ámbitos. Para conseguir hacerlo con el cine y las series, existen algunas preguntas que te permitirán reflexionar sobre si lo que observas es o no machista. Podría ponerme tremendamente técnica, pero creo que el feminismo tiene más poder cuando es accesible y que es más accesible cuando es más sencillo. Y si el tema te interesa, puedes ampliar información en cualquier momento.
¿Hay una mujer protagonista?
Evidentemente si hablamos de mujeres en el cine y queremos saber si realmente se tiene en cuenta a dichas mujeres, será necesario que al menos haya una protagonista femenina. Por ejemplo, en el caso de ‘Friends’, de los seis protagonistas, tres eran mujeres. ‘En Sexo en Nueva York’, ‘Girls’ y ‘Valeria’, todas lo eran. Podemos para ello usar el test de Bechdel y por lo menos sabremos si se cumplen con los mínimos en cuanto a representación femenina o no, aunque se quedaría corto si hablamos de películas que nos representan adecuadamente, que es lo que buscamos hoy.

Esos personajes femeninos, ¿tienen motivaciones y deseos propios?
Aunque en su libro ‘No es país para coños: Sobre la necesidad de una sociedad feminista’ la periodista Diana López Varela se centra principalmente en la crítica a la desigualdad de género en la sociedad, nos da algunas claves de la representación de la mujer en la cultura, como en el cine y las series. Por ejemplo, deberíamos fijarnos en si las mujeres se muestran en roles secundarios, dependientes o hipersexualizados, y sería conveniente pararnos a pensar si sostienen o no la trama o si dependen de un hombre para desarrollar su papel. Es decir, si son meros accesorios de los personajes masculinos o tienen valor por sí mismas.
Esa protagonista, ¿tiene más mujeres a su alrededor?
Aunque haya una mujer como protagonista es imprescindible preguntarnos cómo se representa esta mujer. Puede que haya una mujer protagonista, sí, pero que hayamos caído en el “Efecto Pitufina”. El efecto Pitufina, acuñado por Katha Pollitt en 1991, hace referencia a que las películas y series, cuando no están dirigidas explícitamente a un público femenino, siempre se organizan en torno a un grupo de chicos en el que aparece una única chica, como ocurría en las primeras temporadas en ‘The Big Bang Theory’ con Penny, por ejemplo. Además de que exista un personaje femenino y que no se de el efecto Pitufina, es necesario fijarse si en el mundo que rodea a esa mujer, ella es una excepción, como ocurre por ejemplo con la película ‘Lucy’, o si hay más mujeres en la figuración.

¿Ellos son más importantes que ellas?
Podríamos pensar que una película por el mero hecho de tener protagonistas femeninas rodeadas de mujeres, ya es feminista per se. Pues no. Lamento decirte que tenemos que mirar con un poquito más de ojo cuál es la dinámica de poder existente y ver si ellas son iguales o están por debajo de ellos. Por ejemplo, pensemos en ‘Expediente X’ y en Mulder y Scully. Ambos protagonistas y ambos con una dinámica de poder similar. Ella no está representada como un estereotipo viviente y él no está por encima de ella. En cambio en ‘Love Actually’... Siento ser yo quién te quite esta venda, pero como bien explicaba en su momento el dramaturgo Ernesto Filardi en 35 tuits, en este romance coral “las mujeres no hablan”. Todo se centra en ellos y en lo que sienten y piensan. Constantemente y durante toda la película.
Los personajes femeninos, ¿representan un estereotipo?
Sonia Herrera Sánchez, doctora en Comunicación Audiovisual y Publicidad, explicaba en El Español que "una función clave del audiovisual no es solo representar realidades, sino también construirlas, mostrarnos formas de ver y estar en el mundo diferentes y transformadoras que además, existen". Es decir, para romper con los estereotipos que han rodeado a la mujer en el cine a lo largo de la historia (como por ejemplo el caso de las femme fatale), es necesario que se represente a la mujer fuera de esos roles y de una forma diversa en forma y fondo.
Algunos de los estereotipos más manidos pasan por papeles vicarios como 'hija de' o 'madre de', pero también como objetos de deseo hipersexualizados o mujeres excesivamente emocionales y dependientes de un hombre. Según este estudio publicado por el Instituto de las Mujeres, en las series analizadas en España, en los roles femeninos seguimos encontrando el rol de “chica buena”, una mujer que acata las normas e imperativos sociales sin esfuerzo alguno, y el 82,2% de los personajes femeninos siguen el estereotipo de “feminidad” más clásico.
¿Se usa la mirada masculina para representar a las mujeres?
La mirada masculina o male gaze, es un término acuñado por la crítica de cine Laura Mulvey en su ensayo ‘Placer visual y cine narrativo’ publicado en 1975 en la revista británica Screen. Ese ensayo sobre la perspectiva masculina heteronormativa del cine clásico y su esquema narrativo, se convirtió en una teoría feminista que continúa hoy en día. Para Mulvey, ese lenguaje cinematográfico siempre se construye bajo la mirada de un hombre y la acción es activada en el cine clásico por un objeto de deseo: el cuerpo femenino. Así, el sujeto activo y perceptivo es el hombre y la mujer pasa a ser un objeto de consumo. Y sigue pasando a día de hoy, lo que refuerza la objetivación y cosificación de las mujeres.

En el documental ‘Manipulación: Sexo, cámara, poder’ de Nina Menkes (que te invito a ver en Filmin) se hace un análisis completo de esa male gaze, que tan arraigada está en el lenguaje visual del cine. La vemos en la iluminación, la composición de las tomas, el encuadre y hasta el movimiento de la cámara. Por ejemplo, cuando la cámara se acerca y enfoca los pechos de la protagonista. O cuando la luz de él es dura y marcas sus arrugas pero la que usan para ella es cálida y disimula las suyas.
Una última nota: hay que mirar dentro y fuera de la película. Por ejemplo, fijarnos en quién ha escrito el guión, quién dirige y quién forma parte del equipo desde la producción y el montaje hasta el vestuario. Viendo quiénes fueron los nominados en los Oscar nos sigue quedando claro que hay profesiones en el cine más asociadas a las mujeres (como maquillaje y peluquería o diseño de vestuario), y otras con más representación masculina como la dirección. Si queremos que eso cambie, hay que darle importancia también a quién está detrás de las cámaras.
Analizar el cine y las series desde esta perspectiva implica que habrá algunas de tus favoritas que no salgan bien paradas. ¿Significa eso que tenemos que cancelar lo que siempre nos ha gustado? Pues eso, amiga, depende solo de ti.
Nota: algunos de los enlaces de este artículo son afiliados y pueden reportar un beneficio a Trendencias.
Fotos | 500 días juntos, Los vengadores, Wicked, Love Actually
En Trendencias | Las 22 mejores series de mujeres de la historia de la televisión (y dónde verlas)
En Trendencias | Cómo reconocer a un misógino: 22 claves que te ayudarán a detectarlo
En Trendencias | Volver con tu ex años después: lo que opinan los expertos sobre las segundas partes.
Ver 2 comentarios