'Beckham', el documental de Netflix de David Beckham y que se estrenará mañana 4 de octubre, promete hacernos partícipes de anécdotas muy curiosas sobre el matrimonio más mediático y consolidado del mundo del famoseo. De hecho, a lo largo de los cuatro episodios que conforman el proyecto, seremos conocedores de alguna que otra experiencia que sufrió Victoria Beckham en sus primeros años de noviazgo con el inglés. Y no, nadie se lo puso fácil a la diseñadora.
Tal y como el propio David ha confesado en uno de los fragmentos publicados por la plataforma, Sir Alex Ferguson, técnico de las filas del Manchester United cuando jugaba el futbolista, NO quería que Vicky lo distrajera de su carrera en el fútbol. Es más, le aconsejó que se decantara por una "chica local" como su futura mujer. El entrenador, que también participa en el documental, hace alusión a cómo la fama de estar con una de las 'Spice Girls' provocó que el rendimiento del deportista se desplomara:
"Bueno, él cambió, de eso no hay duda. La atención de los medios que estaba recibiendo y convertirse en una celebridad era diferente de lo que yo quería. Lograr que David mantuviera los pies en la tierra se volvió más difícil", recalca Ferguson, y añade: "David fue el único jugador que entrené que eligió ser famoso, que tuvo como misión ser conocido fuera del juego ".
¿España huele a ajo?
La redecillas entre Beckham y Ferguson dieron lugar a que el primero ingresara en el Real Madrid allá por el 2003. Una decisión que no entusiasmó a la diseñadora de primera hora: "Le dije: 'No tenemos donde vivir, ni colegio…'", explica ella, quien asegura que su pareja "Llegó a la ciudad como si fuera el presidente de Estados Unidos".
Comentarte cuánto se criticó a Vicky durante sus primeros años en este nuestro país no es ningún misterio. De hecho, le adjudicaron la icónica frase: "España huele a ajo". Declaración totalmente entendible dependiendo de la hora a la que cojas el metro. Pero no, NUNCA lo dijo: "Yo era la villana. Dijeron que odiaba España y que olía a ajo. Yo no dije nunca eso. Sabían que no podía mudarme por el colegio de los niños. Todo lo que hacía lo inventaban o lo sacaban de contexto. Pero el problema nunca fue España".
Victoria no fue feliz en España y por culpa de los titulares que le dedicaban los medios de comunicación: "Fue la peor época del matrimonio. El mundo nos atacaba y estábamos el uno contra el otro. Hasta Madrid, estábamos juntos; luego, no sentíamos el apoyo del otro. No puedo describir cómo nos afectó. Nunca en mi vida había sido tan infeliz", sentencia la empresaria.
Fotos | Gtres
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