Harry y Meghan lo intentan, pero su equipo no aguanta el ritmo. Esta vez no ha sido uno, ni dos, sino cuatro miembros del equipo de comunicación los que han dicho 'bye, bye' justo cuando los duques de Sussex estaban empeñados en mostrarse más cercanos, más familiares… y más virales.
El último vídeo publicado por Meghan por el Día del Padre parece un anuncio de televisión. Una publicación con luz cálida, niños monísimos y el mensaje justo para enternecer. Pero detrás del post, lo que hay es otra cosa: una intención clara de amasar seguidores y una crisis interna de libro.

Según detalla Informalia, han perdido a dos asesores en Reino Unido, dos en Los Ángeles y hasta parte del equipo de Instagram. Algunos se van, otros han sido reemplazados. ¿Los motivos? Se habla de desgaste, estrés, cambios constantes de estrategia y una energía "poco sostenible". Vamos, que no parece fácil trabajar con los Sussex cuando todo se decide entre filtros y contradicciones.
Dos de ellos son figuras de distinción: Kyle Boulia, subsecretario de prensa desde Los Ángeles, y Charlie Gipson, su contraparte en Reino Unido. El primero venía de United Talent Agency y el segundo era gerente de marca en Edelman. Dos fichajes de alto nivel que ya no volverán. A juzgar por el perfil de Linkedin de Boulia, cabe destacar que solo ha trabajado para los Sussex durante algo más de un año. Además, han dejado la casa otros dos empleados del equipo privado de los ex duques (incluida la responsable de contenidos de Instagram) tal y como menciona The Sun.
En total, hasta seis personas habrían dejado el equipo de Harry y Meghan. Cuentan desde el Daily Mail que Markle ha tenido hasta 22 profesionales a su cargo tras abandonar sus funciones reales. Al parecer, nadie encaja en el perfil que busca. O nadie la aguanta y por eso se marchan. Es una posibilidad factible teniendo en cuenta que algunos empleados necesitaron terapia tras abandonar su puesto.
Deesha Tank, exdirectora de comunicaciones de la fundación Archewell, también ha salido. Y a ella se unen los dos responsables de prensa que fueron reemplazados por Meredith Maines, vieja conocida de Google y Hulu, y Emily Robinson, ex de Netflix, además del equipo externo de Method Communications.
La pregunta ahora es los Sussex resulta creíbles para el público. Porque por muy tierno que sea el pequeño Archie, si el entorno está en llamas, los vídeos pierden efecto. Mostrarte cercano no sirve de nada si todo el que trabaja contigo acaba saliendo por patas. Por ahora, Meghan y Harry siguen sonriendo para la cámara. Pero fuera del plano, hay otra historia: la de un equipo que no consigue aguantar el ritmo de un relato que aún no tiene guion.
Fotos | Instagram @sussexroyal @meghan
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