Desde que Carine Roitfeld la desea, la dulce Scarlett Johansson está menos inocente y naïve que nunca, y no sé si es el pelo, o la pose, pero la ex-rubia está más sexy y espectacular que nunca. Así lo demostraba ayer mismo por la noche en la fiesta tributo al cine británico brindada por la firma francesa de champán Moët & Chandon.
El negro le sienta muy bien, sobre todo si viene de la mano de Givenchy, y el ondulado de su melena no hace más que recordarnos que no es una actriz al uso, es una musa como las de antaño.
Una mujer que hace de las curvas el paradigma de la feminidad.
Otra que ha cambiado el tinte oxigenado por el moreno, es Alice Dellal, y su look a medio camino entre Morticia Adams y Sinéad O 'Connor (aunque a mi me recuerda enormemente a L'Wren Scott) le sigue sentando fenomenal. Y es que rapados aparte, tiene un tipazo excepcional.
Thandie Newton escogía también el color de la noche por excelencia y lo hacía a través de este fantástico vestido de Preen, colección otOño-invierno 2009/2010.
La modelo Jacquetta Wheeler hacía lo propio con este vestido asimétrico de Roland Mouret resort 2009.
Eva Herzigova fue la única que se atrevió a romper con la monocromía y al más puro estilo Marilyn (aunque con bastantes kilos de menos), se enfundaba en un vestido acorsetado rojo firmado por Dolce & Gabbana primavera-verano 2009.
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