Toledo es una ciudad que cuenta una gran historia y es que ha sabido conservar un patrimonio inigualable que se remonta hasta sus orígenes en el Neolítico. Todos los pueblos que han llegado a la Península Ibérica han dejado huella en este lugar. Además, Toledo es genial para visitarlo en apenas un par de días o incluso unas horas. Y es que recordemos que se encuentra a solo 35 minutos de la estación de tren de Atocha, en Madrid. La Catedral y El Alcázar son monumentos que dejan sin palabras pero hay mucho más. Llueva o haga sol.
Museo del Greco
Si estás en Toledo es obligatorio visitar el Museo del Greco, dedicado a la figura del pintor y la influencia de su obra y personalidad en la Toledo de comienzos del siglo XVII. Tiene también importancia la historia de la casa (incluidas cuevas mudéjares), en la que se encuentra, así como a la figura del marqués de la Vega-Inclán, recuperador de la figura del cretense y fundador de este museo. En su interior se encuentran también cuadros de Luis Tristán, Murillo, Valdés Leal y otros artistas.
Baños árabes
Los baños árabes de Medina Mudéjar en Toledo son una inmersión al pasado donde uno puede sumergirse en las piscinas heredadas de la terma romana, depurar la piel en el hamman y disfrutar de un delicioso té con pastas toledanas en el patio de descanso, entre las columnas, los aljibes y la historia. Una experiencia de las que hay que tener una vez en la vida.
El Pozo de los Deseos
@viajandisimo Un lugar oculto en las entrañas de la ciudad, el Pozo de los Deseos!!! #Toledo #cueva #viajandisimo
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En pleno Casco Antiguo de Toledo, escondido en el sótano de una tienda de regalos, se encuentra escondido este lugar excepcional muestra de la arquitectura hidráulica de época islámica. Se trata de un pozo de aguas cristalinas excavado en la roca. Se cree que formó parte del patio de una casa islámica. Posteriormente, en época cristiana, esta se reformó y se construyeron las bóvedas que se conservan hasta la actualidad. Para facilitar el acceso al pozo, se construyeron unas escaleras que descendían hasta el agua entre los siglos XIII o XIV. Otras teorías apuntan a que fue un mikve, el espacio donde se realizan los baños de purificación judíos.
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