Yo siempre he sido de respirar mar y llevar la piel llena de salitre. Por eso adoro un buen roadtrip pegadito a la playa y conozco muchísimos pueblos costeros. Tengo muchos favoritos, pero hoy vengo a hablar de aquel al que volvería mil veces, porque siempre me llena de paz y parece sacado de una postal mediterránea.
Mi lugar favorito está a 2 horas y 20 minutos en coche desde Barcelona. Se llama Cadaqués y es, para mi gusto, el pueblo más bonito de España. Cuando lo visito me faltan ojos para ver todos los detalles y nariz para respirar todos los aromas. Lo que no me falta es tiempo, porque es una localidad tan chill que parece que el reloj se para.
El pueblo de Salvador Dalí
Dalí no nació en Cadaqués, pero se sintió muy inspirado por este rincón del mundo toda su vida y pasó buena parte de su tiempo en una casita algo apartada. Hoy es la Casa Museo de Salvador Dalí y está llena de cosas random muy divertidas de ver, como el oso disecado con collares de perlas.
Seguro que el nombre del pueblo ahora te suena más, aunque sea porque es donde vivió Salvador Dalí y él mismo llegó a decir que era "el pueblo más bonito del mundo". No puedo discutírselo, aunque el museo Dalí en su antiguo hogar no sea la razón por la que adoro este destino.
Razones para visitar Cadaqués
La principal razón para amar este lugar es la sensación que transmite de vivir en un verano eterno, pero sin sobreturismo. A Cadaqués puedes ir incluso en agosto y no encontrarás las hordas de turistas que hay en otros lugares del litoral mediterráneo español en esas fechas. Qué digo verano eterno, te sientes dentro de una postal donde todo es calma, relax y mar.
En Cadaqués el protagonista absoluto es el mar, tan turquesa y tan limpio que puedes ver el fondo de rocas. Incluso cerca del pueblo, lo cual encuentro inusual porque las zonas urbanas suelen estar más sucias y contaminadas. Al azul marítimo hay que sumarle el blanco de las casas y el rosa y naranja saturado de las buganvillas, que crecen en todos los rincones.
A mí ya se me hace la boca agua con esta escapada. Pero si tú aún necesitas abrir el paladar, te recomiendo que callejees por Cadaqués, sigas el aroma de pescado frito recién hecho y disfrutes de una buena fuente de sardinas, un arroz, mejillones de roca o incluso marisco como langosta y bogavantes, las especialidades locales.
Fotos | @visitcadaquesoficial.
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