Ni nuestro cuerpo ni nuestro cerebro están hechos para trabajar sin descanso durante todo el día. No estamos preparados para estar focalizados ocho horas en una tarea por muy productivos que seamos. De hecho, y como bien explicaban nuestros compañeros de Xataka “nuestro cerebro necesita desconectar de cuando en cuando, más aún trabajando frente al ordenador.”
Aunque las necesidades concretas de descanso pueden variar según el tipo de trabajo que realizamos, según nuestro lugar de trabajo y hasta nuestros biorritmos, lo cierto es que siempre, necesitamos descansar. Y ahí es donde entra en juego la regla 52/17 que nos promete productividad y nos da mucho más.
Qué es la regla 52/17
La regla 52/17 fue popularizada por Cal Newport tras aparecer en su libro Céntrate (Deep Work) y es una técnica de gestión del tiempo que consiste en trabajar 52 minutos sin parar y usando el deep work, para luego tomar un descanso de 17 minutos. Algo similar a la regla de los 90 minutos. Eso sí, el descanso debe ser real y completamente desvinculado del trabajo, por lo que este truco es especialmente práctico para las personas que teletrabajamos.
Según informa Newport en su libro, aquellos que la siguen son más productivos que aquellas personas que siguen un trabajo sedentario clásico. Además de aumentar la productividad, con la regla 52/17 conseguiremos aumentar el enfoque y la concentración, prevenir la fatiga mental y el agotamiento y hasta lograr un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal evitando el blurring.
Cómo aplicar la regla 52/17
Antes de poner el reloj en marcha o que haremos es una “planificación del sprint”, es decir, establecer prioridades en la jornada laboral. Para este paso es extremadamente útil usar una herramienta como la matriz de Eisenhower para descartar aquellas tareas que no nos aportan nada. Una vez listo, podemos empezar.
La idea es trabajar 52 minutos seguidos y luego descansar 17 minutos, así que comenzaremos configurando un cronómetro en 52 minutos. Trabaja en tu tarea hasta que suene el cronómetro y luego tómate un descanso de 17 minutos, centrado solo en descansar. Puedes echarte una siesta, mirar TikTok, darte un paseo, leer un par de capítulos de un libro o poner una lavadora. Lo que sea que consiga que te distraigas y la cabeza deje de pensar en el trabajo.
Podemos aprovechar alguno de los descansos para movernos, ya que la actividad física es una manera estupenda de tomarse un respiro y a nivel mundial, 1 de cada 4 adultos no alcanzan los niveles recomendados de actividad física establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque Carl Newport habla de la proporción 52/17, no es inamovible y la verdadera clave es encontrar lo que mejor funciona para ti y tu estilo de vida. Puede que trabajar 30 minutos y tomarte 3 minutos de descanso sea suficiente, pero es importante focalizarnos al 100% en esa tarea y descansar después. Los descansos efectivos son imprescindibles, eso sí, porque esa inactividad repone la atención y la motivación, la creatividad y la productividad.
En mi caso, después de un par de semanas probando, me vienen mejor intervalos de una hora con 10 minutos de descanso. Y funcionan. Aunque eso sí, al principio fue un poco agobio tanto cronómetro, pero continué y ahora no lo cambio.
Eso sí, varias consideraciones a tener en cuenta si queremos llevar a cabo la regla 52/17: nada de multitarea que ya sabemos que es la trampa de la productividad y cíñete al horario aunque tu día esté siendo muy productivo. Si tu hora de salida son las 6 de la tarde, que lo sigan siendo, porque necesitas ese descanso para que mañana puedas ser igual de productiva que has sido hoy.
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