Llevo teletrabajando desde hace ya más de siete años y desde que comencé mi objetivo ha sido ser más productiva. Se supone que eso de trabajar desde casa debería tener ciertas ventajas como tener algo más de tiempo o una mejor conciliación, pero si no te organizas debidamente terminas trabajando más horas y consiguiendo el efecto contrario. Tu obsesión con ser hiperproductiva puede tener consecuencias hasta en tu salud mental.
En muchas ocasiones el secreto no está en un truco de productividad, sino que nuestros hábitos trabajando nos empujan a ser menos productivos sin darnos cuenta. Según explicaba el experto en productividad Alex Mathers, existen algunos hábitos que debes evitar si quieres unirte al 1% de las personas más productivas del planeta. Y en ningún caso tendrás que unirte al club de las cinco de la mañana para ser más productivo.
Decir que sí a todo y a todos
Siento ser portadora de malas noticias pero cuando hacemos lo que ahora se conoce como “people pleasing” estamos pegándole una patada en el estómago a nuestra productividad. La psicoterapeuta Amy Morin explicaba en Psychology Today que nunca llegaremos a nuestro máximo potencial si estamos intentando ser todo para todos. Y no hablamos de ser amable ni generoso, sino de anteponer siempre y en todo momento a los demás.
Te pongo un ejemplo. Tienes la entrega de un proyecto para mañana a las 8 de la mañana. Si dedicas toda tu jornada terminarás a tiempo y saldrás a tu hora. Sin embargo un compañero te pide ayuda con algo que hace que en lugar de salir a las 6 que es tu hora, tengas que quedarte hasta las 8 de la tarde terminando ese proyecto que habrías terminado en tu jornada laboral de no haber dicho que sí. Mathers asegura que hay que ser “implacable con lo que digas que no”, aunque eso implique que un tercero se decepcione. Si quieres mejorar tu productividad, tu energía y tiempo deben dedicarse a ti.

Comer entre horas
“Estar picando todo el día, fuera de las horas de las comidas, termina produciendo una desregulación metabólica, ya que ‘engañamos’ a los neurotransmisores relacionados con las sensación de saciedad y el apetito, hasta el punto de ‘anularlos’ y hacer como si no los tuviéramos”, explicaba Clotilde Vázquez, jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Picar entre horas continuamente no solo tiene efecto en nuestra salud física. También en nuestra productividad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los beneficios de una dieta saludable se reflejan en mejores resultados educativos, mayor productividad y mejor salud a lo largo de la vida.
La nutricionista Gabriela Gottau explicaba en este artículo de Vitónica que los cereales, galletas, bollos o zumos de frutas son fuente de hidratos de fácil asimilación que se recomienda evitar en el día a día ya que además tienen grandes cantidades de azúcar que pueden generar un efecto adictivo en nuestro cuerpo. Estas fuentes de azúcares o de hidratos de fácil asimilación, pueden ocasionar en nuestro organismo picos de glucosa que luego dan lugar a fatiga y cansancio, y terminan afectando a nuestra productividad y concentración.
Permanecer sentado sin moverse
El sedentarismo es, según la Fundación Española del Corazón, un factor de riesgo para nuestra salud cardiovascular, pero también tiene efectos en nuestra productividad. Pero hay más datos: cuando nos movemos y entrenamos liberamos endorfinas que proporcionan un efecto analgésico y de euforia que mejora el estado de ánimo, y además el deporte actúa sobre nuestras funciones ejecutivas y aumenta la capacidad de razonamiento, la memoria, el rendimiento cognitivo y la capacidad de aprendizaje, además de mejorar la capacidad de concentración y la flexibilidad cognitiva.
Movernos durante la jornada no es solo recomendable, es imprescindible. Si te cuesta hacerlo, ponte una alarma que cada hora te avise para que te levantes y te muevas. Uno de los secretos de Steve Jobs para tener ideas disruptivas según Sahil Bloom era caminar, y según este estudio de la Universidad de Stanford, un 81% de las personas experimentaron un aumento de su creatividad cuando caminaban. Tomarte pequeños descansos te dará energía y serás más efectivo a largo plazo.

Subirse al carrusel de la dopamina
Anna Lembke, experta en medicina de las adicciones y autora de ‘Dopamine Nation’, explica en su libro que en nuestro cerebro, el uso de las redes sociales tiene un efecto muy similar al de las drogas y el alcohol, ya que se desencadena en el cerebro una oleada de dopamina que nos hace sentir bien. Un adulto español medio pasa unas dos horas al día en redes sociales. La Generación Z mucho más. El problema es que ese tiempo altera el equilibrio general de dopamina y con el tiempo, y como explica la experta, nos puede llevar a un “déficit de dopamina”.
Mathers asegura que pasar demasiado tiempo delante de las redes sociales hace que esos receptores de dopamina se quemen “justo cuando los necesitas para alimentar tu sentido de motivación para crear cosas”. Es decir, una exposición prolongada tendría efectos no solo en el momento en que vemos esas redes sociales, sino en el resto de actividades de nuestro día a día. Incluidas las tareas del trabajo que se nos harán más pesadas. Lembke explicaba a National Geographic que sustituir los golpes rápidos de dopamina por tipos de gratificación menos instantáneos puede ayudar a mantener las vías de recompensa del cerebro en equilibrio.
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