Anabel Palomares
EditorExisten habilidades que no se estudian en una carrera universitaria y que, sin embargo, resultan mucho más atractivas para las empresas y los reclutadores a la hora de contratar. Al menos eso es lo que afirma Aneesh Raman, vicepresidente y experto en fuerza laboral de LinkedIn. Esta soft skill o habilidad blanda, puede ser tan codiciada para las empresas como una carrera de la Ivy League, como aseguraba el experto en la CNBC.
El motivo por el que se busca tanto en los trabajadores es que en la sociedad en la que vivimos, y con los trabajos que tenemos, todo parece cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Lo que ayer servía, hoy no tiene uso y por eso los recruiters buscan algo diferente. Algo que los espartanos ya tenían hace 2500 años: una mentalidad de crecimiento.
La importancia de la mentalidad de crecimiento en el mercado laboral actual
La mentalidad de crecimiento es un concepto acuñado por la psicóloga y profesora de Stanford Carol Dweck. Según la experta, alguien con una mentalidad de crecimiento cultiva la idea de que puedes seguir mejorando tus habilidades, talentos y conocimientos durante toda tu vida y tengas la edad que tengas. Es lo opuesto a tener una mentalidad fija que te hace pensar que no puedes mejorar tus habilidades. Lo puedes hacer estudiando, sí, pero también aprendiendo a través de nuevas experiencias o entendiendo el fracaso y los errores como una oportunidad para mejorar.
Según Raman, priorizar el aprendizaje y el desarrollo continuos es algo especialmente interesante para la Generación Z que se incorpora al mercado laboral porque “podrían terminar en puestos que aún no existen". Piensa en la época en la que tus padres empezaron a trabajar y piensa en el trabajo que tienes tú ahora. Puede que en su momento ni existiera. ¿Se trabajaba con data? ¿Con inteligencia artificial? LinkedIn identificó algunos trabajos que están creciendo como la espuma y que hace 20 años ni existían, como por ejemplo perfiles de análisis de sostenibilidad. Si conseguimos tener una mentalidad de crecimiento, conseguiremos mantenernos en la cresta de la ola.
Para Shekhinah Bass, directora de estrategia de talento de Goldman Sachs, esta habilidad es además un predictivo de éxito porque “con una mentalidad de crecimiento, verás los puntos ciegos como cosas que están bajo tu control y que puedes mejorar”. Por eso cada vez se buscan más perfiles “que llegan a un trabajo con ganas de aprender nuevas habilidades, que están abiertas a recibir comentarios y dispuestas a actuar en consecuencia”, explicaba.
Bill Gates es un ejemplo de mentalidad de crecimiento como podemos observar en esta afirmación que recoge la revista Forbes: “Está bien celebrar el éxito, pero es más importante prestar atención a las lecciones del fracaso”. De hecho en el libro que publicó en el año 200, ‘Los negocios en la era digital’ ya hablaba de la importancia de mantener una mentalidad de crecimiento cuando escribía que “una vez que aceptas las noticias desagradables no como algo negativo sino como evidencia de una necesidad de cambio, no eres derrotado por ellas”.
Desarrollar una mentalidad de crecimiento nos ayuda a alcanzar objetivos y a ganar habilidades, pero también a ser resilientes y más exitosos porque podría darnos una ventaja única en el mercado. Como afirma Raman, “el mayor diferenciador competitivo que puede tener un joven graduado es interiorizar la idea de que va a aprender durante el resto de su vida y entusiasmarse con ello”.
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