Mientras nos asfixia la ola de calor, la IA ha encontrado una pintura capaz de mantener los edificios más fríos

Hay quien demoniza a la IA, y es verdad que tiene sus cosillas, como por ejemplo que su uso continuado provoca que se produzca un deterioro cognitivo. Pero al igual que ocurre con cualquier otra tecnología, también tiene su lado bueno, como que ha ayudado a encontrar una fórmula para mantener los edificios más frescos, algo que en plena ola de calor que estamos viviendo, suena a gloria.

Lo que la IA ha hecho es ayudar en la formulación de pinturas y recubrimientos con el objetivo de que estos, permitan mantener los edificios entre 5ºC y 20ºC más fríos. Es decir, la pintura actuaría como un aislante térmico que reduciría el gasto energético en aire acondicionado. Estas nuevas fórmulas de pintura están optimizadas para reflejar mejor los rayos del sol y emitir calor, refrigerando el edificio y reduciendo el consumo. Su uso minimiza el efecto isla de calor que afecta a las ciudades y que es una de tantas consecuencias del cambio climático.

Según un nuevo estudio publicado en la revista Nature, la IA se ha usado como una herramienta que permite un avance mayor y más rápido en la creación de nuevos materiales para múltiples usos. “Tradicionalmente, el diseño de estos materiales ha sido un proceso lento y laborioso, basado en métodos de prueba y error”, aseguraba Yuebing Zheng, profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica y uno de los autores del estudio. Este enfoque provoca que se creen diseños más deficientes y también limita la capacidad de crear materiales con las propiedades necesarias para ser eficaces. En cambio, al automatizar el proceso y ampliar el espacio de diseño, “podemos crear materiales con un rendimiento superior, antes inimaginable”, explicaba Zheng. El trabajo de un mes de diseño de un nuevo material, con la IA era solo de unos días.

Se descubrió que cuando se aplicaba una de estas pinturas desarrolladas con IA al techo de un bloque de apartamentos de cuatro plantas se ahorraba la electricidad equivalente a 15.800 kilovatios hora al año en un clima cálido como el de Río de Janeiro, por lo que si la pintura se aplicara a 1.000 edificios, se podría ahorrar suficiente electricidad para alimentar más de 10.000 equipos de aire acondicionado durante un año.

No es el único ejemplo de cómo la IA ayuda en la creación de nuevos materiales. La empresa británica MatNex también usó la IA para crear un nuevo tipo de imán libre de metales de tierras raras en solo 3 meses. Se usaría en motores eléctricos y se reduciría la huella de carbono que la extracción de metales de tierras raras provoca. Quizá la IA sirve para mucho más que pedirle consejos psicológicos.

Fotos | Stephanie Ho y Елена Кузьмина en Pexels

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