Si hablamos de fantasías sexuales tal vez se te venga a la cabeza una de las más clásicas, como un trío. Según una encuesta realizada Gleeden*, el 66% de las personas nunca ha hecho un ménage à trois, aunque a la mayoría de ellos le gustaría hacerlo, aunque solo sea por curiosidad.
Más del 60% de los españoles ha tenido o tiene alguna fantasía o fetiche sexual, pero solo un 67% ha cumplido alguna y solo 9%, todas, en parte porque no siempre tenemos como pareja sexual a alguien adecuado para cumplirlas.
Pero además de un trío podemos hablar de cualquier tipo de fantasía posible, desde practicar un beso negro hasta querer hacerlo con tu pareja disfrazada de Leia cuando fue esclava de Jabba el Hutt, como le confesó Ross a Rachel.
Un ejemplo en cifras, según el estudio Proyecto Tabú sobre las fantasías de la sexóloga Georgina Burgos, el 52,87% de los hombres y el 32,92% de las mujeres se imaginan teniendo sexo con su vecino, compañero de trabajo, o alguien con el que se ha cruzado por la calle.
La fantasía sexual de la que vamos a hablarte hoy es quizá menos conocida, pero según nos informa Gleeden, el 31% de los encuestados sí aceptaría hacerla con su pareja, y nos referimos al cuckolding.
Qué es el cuckolding
Podríamos decir que el cuckolding es una infidelidad consentida. Ya te hemos contado que existen muchos tipos de infidelidad, como la emocional, y hoy vamos a contarte una nueva, que es una fantasía sexual.
No es lo que le pasó a Shakira con Piqué, ni a Tamara con Íñigo. Y por supuesto, no es la excusa que le da su pareja a tu mejor amiga para justificar que el sábado se enrolló con otra persona. No confundamos. El cuckolding es una fantasía sexual que consiste en que tu pareja esté con otra persona y que a ti eso te excite. Puede que te masturbes pensando en tu pareja con otra persona. No estamos hablando de relaciones abiertas, ni de poliamor, hablamos de algo puntual, una fantasía sexual, no un tipo de relación.
Un par de datos de lo popular que es esta fantasía sexual. Según Gleeden, un 45% de los encuestados no tendría ningún problema en practicar sexo con otras personas mientras su pareja mira, frente a un 52% que no aceptaría ver a su pareja con otra persona. Y el dato importante: el 31% sí aceptaría hacer cuckolding y un 16% aceptaría solo si su pareja se lo pidiese.
La psicóloga clínica experta en sexología, Laia Cadens, afirma que “muchas parejas utilizan fetiches para salir de la rutina y experimentar cosas nuevas. Siempre y cuando sean consensuados entre la pareja y no sean extremos, los fetiches funcionan y son habituales, como un estímulo más que ayuda en la conducta sexual”.
Ahora bien, como ocurre con el resto de relaciones, hay tantas fantasías como personas. Mi fantasía no tiene por qué ser la tuya y la tuya no tiene por qué ser la mía. Lo que sí es importante es que si queremos llevar a cabo la fantasía lo primero que debemos hacer es hablar con nuestra pareja, también si nuestra fantasía es el cuckolding.
*Encuesta online realizada por Gleeden del 12 al 20 de diciembre de 2021, entre 9.380 usuarios de su aplicación.
Fotos | Friends, Kateryna Hliznitsova Marcko Duarte en Unsplash
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