Las escalofriantes aventuras de Sabrina ha puesto punto y final a su historia con un polémico final que no ha estado a la altura de las expectativas. La serie ha creado ejércitos de fans que han encontrado en sus tramas un soplo de aire fresco y renovado a los clásicos dramas teen, pero el último capítulo nos deja un sabor agridulce. ¡El desenlace no lo es todo! Repasamos lo que más nos ha gustado y lo que menos de estos años de brujas adolescentes.
¡ALERTA SPOILERS!
Los puntos más fuertes de la serie
Existe consenso en Internet: el final de Las escalofriantes aventuras de Sabrina ha sido un fiasco. En todos los sentidos, desde la muerte de la protagonista hasta el intento edulcorado de Nick de ser un buen chico o la desagradable sorpresa de Mambo Marie. Pero nos gusta también quedarnos con lo bueno, con todo lo que Sabrina nos ha regalado en dos años de emisión.
El feminismo por bandera desde el capítulo 1
Queda claro aunque solo hayas visto la primera temporada: la serie abandera a las mujeres en todos los sentidos. Desde el apoyo entre personajes hasta el protagonismo de mujeres, pasando por la adoración a Hécate, la triple diosa pagana. Por si quedaba alguna duda, Roz y Sabrina lo afirman cuando hacen campaña para ser co-presidentas de Baxter High.
"Ser brujas significa que somos mujeres poderosas y revolucionarias, representantes de los oprimidos, feministas sin remordimientos, aliadas de todos los que viven a la sombra del patriarcado, recordando que la sombra tiene su propio poder."
Los estilismos que definen a cada personaje
La puesta en escena de la serie es sublime y los estilismos cobran un papel esencial en conseguirlo. Comenzamos por el look preppy de la protagonista, definido por esa cinta de pelo que lleva de principio a fin de la historia, por faldas de tablas escolares, pichis y blusas muy femeninas. Pero Sabrina no es la única que brilla con su vestuario.
Prudence es el icono de estilo de la serie, con esos maquillajes tan oscuros que parecen sacados de Euphoria, sus looks con cuero que suben la temperatura y ese pelo platino peinado con ondas. Tampoco faltan a la cita de estilo sus hermanas Agatha y Dorcas con esos vestidos de cuellos victorianos tan dark y románticos. O Lilith, cuyo vestido con coraza de esqueleto quedó grabado en nuestras retinas.
La visibilidad trans en la comunidad adolescente
La serie de Netflix no solo abandera el feminismo y las mujeres poderosas como protagonistas. También trata un tema que sigue siendo tabú en muchas series adolescentes: la transexualidad. Esta responsabilidad cae en el personaje de Theo Putnam, que comienza la historia siendo Susie y hace la transición en televisión a la vez que su actor, Lachlan Watson. Un tema que sus amigos en la escuela tratan con naturalidad, pero que no deja de crear conflictos en la escuela que él supera con ayuda del Club del Miedo.
Los personajes femeninos muy potentes
La serie no solo tiene un claro tinte feminista. También trabaja sus personajes para no quedarse solo en el feminismo edulcorado. Ellas son las protagonistas, crean personajes complejos, diferentes, con muchísima profundidad y que evolucionan a lo largo de la serie, apoyadas las unas en las otras. Cumple con creces el Test de Bechdel e incluso terminan cambiando su adoración a Satán por Hécate, la triple diosa pagana.
El guiño a la serie original con el cameo de Beth Broderick y Caroline Rhea
Que el remake de Sabrina no tiene nada que ver con el de los 90's es algo que quedó claro con el tráiler de la primera temporada. Había detalles, como los nombres de las tías o la aparición de Salem, el gato favorito. Pero el capítulo del terror arcano Infinito tuvimos invitados especiales, porque las actrices que dieron vida a Zelda y Hilda hacen su cameo para hype de todos los presentes.
Lo que menos nos ha gustado de la serie (especialmente en las últimas temporadas)
Ya hemos alabado todas las maravillas que tiene Sabrina, ¡demos gracias a Hécate! Pero tampoco podemos negar que la serie ha ido de más a menos en este par de años y la cuarta temporada ha dejado mucho que desear. Tenemos cuatro quejas principales que nos han dejado muy mal sabor de boca.
El final
Sabrina merecía un poco de descanso después de todo el drama, terrores desatados del infierno, malos satánicos del averno y dramas adolescentes. No morir desangrada para evitar la destrucción del universo. Tampoco nos tragamos que el personaje interpretado por Gavin Leatherwood, Nick, pase de ser el chico malo que monta orgías y tiene lengua viperina a ir a la escuela mortal porque de repente, de la noche a la mañana, se da cuenta de que Sabrina es su destino. Menos aún que muera ahogado cuando sobrevivió a un viaje al espacio sin escafandra y al eterno fuego y tortura del infierno. Aquí cojea algo.
Los números musicales innecesarios
Nos encanta que los actores que encarnan a Harvey y Roz sean pareja en la vida real y que él tenga un grupo de música. Comprendemos que quieran aprovecharlo en la serie con algún tema musical que desengrase la intensidad satánica que había alcanzado la historia. Pero que haya números musicales de animadoras y que venzan a Los Retornados a golpe de concursos al estilo La Voz nos ha parecido too much.
Que Sabrina Lucero del Alba se case con Calibán
Historias de amor adolescentes sí, pero matrimonio infantil no. Puede que Sabrina Lucero del Alba tenga edad para ser la reina del Infierno y sus Nueve Reinos. Pero podría salir con Calibán, ir a citas, enamorarse. No hacía falta celebrar una boda infernal con este señor hecho de barro que pasó toda la tercera temporada intentando matarla cuando ella solo tiene 16 años.
La verdad sobre Mambo Marie que rompe el corazón a tía Zelda
Nuestro corazón llora por la pobre tía Zelda, siempre tan fuerte e inquebrantable. Porque parece que todos tienen su historia de amor e incluso tía Hilda se casa con el Doctor Cerberus en una boda de disfraces. Pero cuando parece que la mayor de las tías de Sabrina puede darse un capricho y ser feliz con la bruja vudú Mambo Marie, resulta que ella es en realidad Baron Samedi, un espíritu de los muertos que ha venido a llevarse a los fantasmas de Greendale y desaparece con ellos.
Fotos | Netflix.
