Hay días en los que se te viene el mundo encima y parece que todo tiene que ir mal. Cuando esto pasa, mi abuelo siempre decía "hay que volver a la cama porque Dios no ha diseñado este día para ti". Es una opción bastante tentadora, pero mi psicóloga me dio un truco mejor. Lo puedo hacer en cualquier sitio, solo necesito cinco minutos y siempre consigue levantar mi humor.
Todos tenemos épocas en las que la vida se nos hace bola y es muy fácil decir que todo va mal. Pero amiga, eso no es verdad y con este truco de psicología que yo llevo practicando meses podrás cambiar el chip de forma inmediata. Se llama diario de gratitud y te cuento cómo lo hago rápido para que no me dé pereza.
Qué es un diario de gratitud
Básicamente, consiste en apuntar cosas que ocurren en nuestro día a día y que nos hacen sentir agradecidas y felices. De esta forma obligamos a nuestro cerebro a centrar la atención en las cosas buenas y evitamos caer en el "todo me va mal" de esos días de bajón.
Cómo hacer un diario de gratitud
Aquí no hay una norma universal, cada una lo hace como quiere y como puede. Tengo amigas muy creativas que aprovechan este rato de agradecimiento y de valoración positiva de sus vidas para crear cosas bonitas. Para eso, utilizan cuadernos de tapa dura, pegatinas o bolígrafos de colores.
Yo prefiero centrarme más en el contenido que en la presentación, así que hago este ejercicio en las notas del iPhone. De esta forma, siempre las tengo a mano y puedo añadir cosas cuando se me ocurra, sin importar si estoy en casa o no. Aquí hay un ejemplo del de hoy, donde incluyo cosas enormes y otras más pequeñas, por si sirve a alguien de inspiración.
En mi caso, empecé porque mi psicóloga pensó que el journaling sería bueno para mí y no se equivocaba. De todas las opciones que hay para seguir este método, yo escogí el diario matutino y el de gratitud, que a día de hoy es el que más disfruto hacer.
Cómo funciona a nivel psicológico un diario de gratitud
Si conseguimos mantener este ejercicio en el tiempo, al final agradecer se vuelve un hábito y nos acostumbramos a poner el foco en las cosas buenas de nuestro día. Esto tiene un efecto muy positivo en las personas, desde dormir mejor hasta disminuir el estrés o reducir el riesgo de depresión. Yo, desde luego, noto que me siento más llena y feliz cuando me centro en lo bueno de mi vida.
Fotos | @pepatatas, Gabrielle Henderson vía Unsplash,
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