Síndrome de la hiperresponsabilidad: qué es y cómo combatirlo

Síndrome de la hiperresponsabilidad: qué es y cómo combatirlo

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Síndrome de la hiperresponsabilidad: qué es y cómo combatirlo

Tengo que acabar este proyecto antes que mis compañeros. Tengo que ir este fin de semana a casa de mis padres. Tengo que recuperar hoy una hora en el gimnasio. Tengo que llevar a los niños a piano. Tengo que comprar el regalo del cumpleaños de Laura. Tengo que planificar las vacaciones de verano. Tengo que hacerlo todo bien. Tengo que... tengo que... tengo que...

El síndrome de la hiperresponsabilidad es el síndrome del «tengo que». Es convertir la vida en un imperativo constante, no solo en el terreno laboral o académico, sino incluso en el ocio. Es convertir en ley de vida la máxima de no perder el tiempo. Es vivir de acuerdo con la filosofía 24x7: en este mundo interconectado, un hiperresponsable pretenderá estar disponible y haciendo algo veinticuatro horas al día, siete días a la semana. El descanso es una debilidad.

«El perfeccionista no solo sufre problemas de salud, sino también sociales: sufre y hace sufrir, frustrado por su buena voluntad y generosidad». Manuel Álvarez.

Manuel Álvarez, presidente de la Sociedad Andaluza de Medicina Psicosomática, y Domingo García-Villamisar, profesor de Psicopatología en la Universidad Complutense de Madrid, son los autores del libro El síndrome del perfeccionista: el anancástico. En él, señalan la influencia de este perfeccionismo hiperresponsable en procesos psicopatológicos y psicosomáticos: ansiedad, depresión, fibromialgia, trastornos alimenticios...

Hiperresponsabilidad

«La educación pasa por ser los mejores, los más productivos, y subrayar constantemente la idea de que siempre, siempre, siempre, se puede mejorar. No hay tiempo que perder». Paula Murillo, psicóloga.

Paula Murillo, psicóloga, es una defensora de los beneficios de perder el tiempo. Algunos tips son tan sencillos de aplicar a nuestra vida diaria como disfrutar de un café tranquilos, en lugar de pedirlo para llevar o permitirnos un minutos de más en la ducha.

Una de las claves para superar ese síndrome de la hiperresponsabilidad es deshacernos del continuo tengo que y equilibrarlo con unos cuantos puedo y quiero. Parar un minuto a no hacer nada cuando la agobiante persecución de nosotros mismos nos supere. Conocer nuestra propio mundo emocional. Y, si nada de esto funciona, pedir ayuda profesional. La vida merece que aprendamos a saborear cada minuto, no que la vivamos como una carrera sin fin que no podemos ganar.

Fotos | Unsplash.com, Pixabay.

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Ig Tre

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