Algunas estadísticas han encontrado que que los padres españoles son, junto con los italianos, los más estresados de Europa. Esto se debe no solo a la diferencia en los permisos de paternidad, sino también a la repercusión que tener hijos tiene en sus vidas y a cómo nos enfrentamos a ellas los españoles.
Tal y cómo cuentan nuestros compañeros de Bebés y más, la vida social de los padres españoles es una de las que más se resiente de toda Europa dado que salimos menos. No solo con amigos, sino también con nuestra propia pareja, lo que puede acabar deteriorando la relación. Entre otras causas, parece que el sentimiento de culpa por dejar a los niños al cuidado de otras personas durante el tiempo de ocio podría tener mucho que ver.
Uno de los problemas asociados con esto es que dedicamos todo nuestro tiempo a nuestros hijos, pero dejamos de dedicárnoslo a nosotras mismas y a nuestra relación de pareja. Esto, inevitablemente, repercute en nuestro bienestar y en nuestra felicidad. Y los niños necesitan padres presentes, pero también necesitan padres felices y unidos, dentro de lo posible.
Dedicar tiempo a solas a la pareja
Por ello, tomarnos un tiempo para estar a solas con nuestra pareja no nos hace malas madres, sino todo lo contrario: consigue que seamos mejores padres, más saludables y más felices. Para ello, hay algunas actividades que, tanto si antes las hacíamos como si no, podemos empezar a poner en práctica solos como pareja.
Esto no quiere decir no pasar tiempo con nuestros hijos o irnos cada día o de vacaciones y dejarlos con familiares durante días, sino sacar huecos para nosotras mismas y para nosotros como pareja. Si lo hacemos bien, nuestros hijos agradecerán que nos tomemos ese tiempo para nosotros.
Algunos planes que podemos hacer solos
Tener citas
Pero citas de verdad, como las primeras cuando empezamos a salir. Es importante que intentemos recuperar la magia de aquellas ocasiones e intentemos dejar a un lado las presiones que podamos tener en casa. No es necesario hacer nada demasiado caro o extravagante. Basta con salir una noche a cenar, ir a ver una película solos o simplemente salir a dar un paseo largo y con calma disfrutando de vuestra compañía. Es importante intentar que las conversaciones no se centren en vuestro papel como padres o en las obligaciones que tenéis en casa.
Lo que sí podéis hacer es arreglaros y dedicar tiempo e ilusión a planearlo, como las primeras veces que quedásteis al empezar a salir. Estas citas las podéis tener una vez a la semana, cada quince días o una vez al mes, dependiendo de vuestra disponibilidad. En cualquier caso, es importante que realmente saquéis tiempo para ello.
En casa también podéis dedicaros tiempo
A veces no hace falta salir fuera de casa para tener un tiempo de calidad a solas. Es verdad que cuando estamos en nuestro hogar y tenemos hijos las responsabilidades y quehaceres parecen acumularse. Por ello es importante que al menos una vez a la semana dejéis esas obligaciones de lado y os dediquéis un buen tiempo.
Podéis dedicarlo a cenar, a tener una conversación de esas largas y profundas para las que cada vez tenemos menos tiempo - pero que nos unen tanto cuando las tenemos -, ver una película acurrucados en el sofá o dedicar un buen tiempo a mantener relaciones sexuales sin prisas ni presiones.
Darle a la pareja la importancia que tiene
Cuando tenemos hijos nos podemos llegar a perder en nuestro papel de padres, dejando de lado que también somos mujeres, amigas, hermanas, hijas y parejas de alguien. Lo mismo puede ocurrirles a ellos como padres. Por supuesto, atender a nuestros hijos y a nuestro rol de padres es de suma importancia y supone una prioridad.
Sin embargo, no debemos olvidar no perdernos en ese papel. Algún día nuestros hijos crecerán y, con suerte, nos agradecerán todo el tiempo que les hemos dedicado, pero se harán independientes y eventualmente se irán. Por ello, es importante que hayamos sabido cuidarnos a nosotras mismas mientras tanto, seguir sabiendo quienes somos como personas y reconocernos como algo más que madre.
Esto implica ser conscientes de que también somos pareja y de la importancia que esto tiene en nuestras vidas. No debemos dar nuestra relación por supuesto y debemos intentar dedicarle el tiempo y el esfuerzo que necesita para seguir creciendo, solucionando los conflictos y evolucionando como necesite. De esta manera tus hijos también crecerán viendo una relación de pareja que - pase lo que pase - se ha esforzado y formando sus propios patrones de relación en base a lo que han visto de la nuestra.
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