Que las falsificaciones están por todas partes tal vez ya lo supieras. Que te cuelen una es de los mayores miedos de cualquier personas que compra un artículo de lujo de segunda manos. Sin embargo, lo más inquietante es que este fenómeno también está produciéndose en compras a través de plataformas online de confianza y al precio desorbitado del original. Lo ha denunciado recientemente, en un extenso artículo, el medio especializado británico 'The Business of Fashion'.
La edad dorada de las falsificaciones. En los últimos meses, varias clientas se han viralizado en redes sociales por denunciar que recibieron artículos de lujo falsificados, pero comprados en canales de venta oficiales como Ssense, Saks, Farfetch, Nordstrom o Net-a-Porter. Una de ellas es Tiffany Kimm, una tiktoker que ha denunciado públicamente haber pagado más de 1.200 euros por un bolso visiblemente falso de la marca The Row, comprado en la plataforma multimarca Ssense. Sin embargo, no es que estas plataformas estén intentando timar a sus clientes. Se cree que el problema tiene que ver con devoluciones fraudulentas.
@tiffkimmm @SSENSE let’s figure this out please! ❤️ putting it out there so no one ever has to experience this!!!! Do your research before making big purchases! #raiseawareness #fyp #fake #therow #ssense #luxury #storytime
♬ original sound - Tiff ☁️
Gato por liebre, Chanel por Hacoo. Básicamente, algunos consumidores podrían estar comprando productos auténticos para devolver otros fake. Esto provoca que esas falsificaciones se reintegren por error al inventario y acaben en manos de otros compradores. No obstante, lo que muchos se plantean es por qué estos artículos no son detectados si este tipo de plataformas aplican supuestamente exhaustivos controles de autenticidad. En algunos casos, son muy evidentes y los productos que se reciben son de dudosa calidad, no llevan etiquetas, están mal acabados o directamente rotos. Sin embargo, otra veces cuesta darse cuenta de que se ha comprado un producto falso. A veces, incluso se deniegan devoluciones a clientas que han recibido artículos fraudulentos, acusándolas de haber hecho ellas mismas el cambio.
El 13,7% de las devoluciones realizadas en 2023 fueron fraudulentas. En Estados Unidos, los datos apuntan a que las devoluciones fraudulentas van en aumento. Pero no solo en el sector del lujo ni exclusivamente por el método de dar el cambiazo en las devoluciones, en estas estadísticas también entran prácticas como el llamado "wardrobing": usar algo y devolverlo. Todo esto, además de afectar a los propios consumidores, daña seriamente la reputación de las tiendas online, ya que mina la confianza de los clientes y pone en riesgo sus relaciones con las marcas de lujo.
Cualquier producto es susceptible de ser falsificado. A pesar de los esfuerzos de la industria por garantizar que los canales de compra de lujo están blindados contra falsificaciones, ha quedado expuesto que su infraestructura tiene grietas evidentes. La proliferación de marketplaces como Hacoo o Saramart han facilitado sobremanera la compra de falsificaciones y están contribuyendo a que crezca la tolerancia hacia llevar falsificaciones y copias de productos de lujo, sobre todo entre los más jóvenes. No obstante, hay expertos que creen que la propia industria también ha puesto su granito de arena participando de lo efímero en sus colecciones y, por lo tanto, haciendo su producto más susceptible a la copia, debido a que el público lo percibe como rápidamente cambiante.
Foto de portada | Arno Senoner
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