Siete escritoras eligen su libro favorito para leer durante el verano y nos cuentan por qué

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¿Qué tiene el verano que apetece tanto perderse en un buen libro? Desde luego, mucho tiene que ver el disponer de más tiempo libre para darle un buen meneo a la pila de libros pendientes. Sin embargo, hay algo más.

El tiempo que parece detenerse en ese estupor marcado por la calidez y el sudor, el rumor de las olas ejerciendo de ruido blanco de fondo, poder tumbarse a leer al aire libre...

Sin embargo, el verano no dura para siempre y acertar con los libros elegidos es importante para aprovechar al máximo el momento. Así que, qué mejor que profesionales de la escritura para que nos hablen de sus lecturas ideales para esta estación del año.

Edurne Portela, Gabriela Ybarra, Aloma Rodríguez, Marina L. Riudoms, Elisa Victoria, Jenn Díaz y Victoria Bermejo son siete escritoras muy diferentes entre sí pero con algo en común: todas conocen los secretos para enganchar al lector.

Estos son los siete libros que nos recomiendan leer para leer sobre seguro:

Edurne Portela:  El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes, Tatiana Tibuleac 

Edurne Portela

Edurne Portela ha desarrollado la mayoría de su carrera profesional en el ámbito de las humanidades en Estados Unidos. Desde 2016 se dedica por completo a la escritura. Además de colaborar con medios como El País o Radio Nacional de España, ha publicado dos novelas que han sido un éxito de crítica y público: Mejor ausencia (Galaxia Gutenberg, 2017) y Formas de estar lejos (Galaxia Gutenberg, 2019).

Junto con su ensayo El eco de los disparos (Galaxia Gutenberg, 2016), los tres libros conforman una suerte de trilogía sobre la violencia. Su última novela se centra, más concretamente, en nuestra incapacidad para advertir un tipo de violencia que es silenciosa y está más normalizada como es la que se produce dentro de la pareja.

Para leer este verano, Edurne nos recomienda El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes (Impedimenta, 2019) de Tatiana Tîbuleac. Una lectura sobre el resentimiento, la impotencia y la fragilidad de las relaciones maternofiliales que también puede ser cruda a veces pero que está llena de emoción.

El verano que mi madre tuvo los ojos verdes
No se dejen engañar por el título. Este libro no es una novela amable sobre unas vacaciones de verano. Es la historia de una relación entre un hijo y su madre en la que hay mucho dolor y resentimiento, pero también lugar para el amor, la comprensión, la empatía y el perdón. Una narrativa que explora la complejidad de los afectos contradictorios y que engancha al lector desde la primera página, tanto por su ritmo como por los diferentes misterios que se van desentrañando. Es una novela adictiva, que remueve por dentro y hace reflexionar sobre las relaciones maternofiliales desde una perspectiva inusitada.  

Aloma Rodríguez: Las pequeñas virtudes,  Natalia Ginzburg 

Aloma

Llamándose como uno de los personajes más importantes de Mercè Rodoreda y viniendo de familia de escritores, no es de extrañar que Aloma Rodríguez haya firmado algunas de las novelas generacionales que mejor reflejan lo que significa la amistad, el sexo y la familia para aquellos nacidos entre finales de los 70 y principios de los 80 y que no acaban de pertenecer a los catalogados como millennials ni a sus predecesores.

Aloma escribe habitualmente en Heraldo de Aragón, colabora en la revista Letras Libres y fue editora de Ahora. Los idiotas prefieren la montaña (Xordica, 2016) es su última novela hasta la fecha. La crónica de una amistad y el retrato íntimo y fragmentario de Sergio Algora, cantante de El Niño Gusano, tras su muerte.

Como lectura veraniega recomienda Las pequeñas virtudes (Acantilado, 2002) de la italiana Natalia Ginzburg. Un libro que comparte con el verano su ritmo pausado y desasosegado, así como la calidez.

Las Pequenas Virtudes
Por alguna absurda razón, uno de mis libros de verano es 'Las pequeñas virtudes'. No tiene nada veraniego: solo, tal vez, una aparente ligereza y algún texto breve. Sin embargo, la profundidad de lo que dice ahí, me acompaña para siempre. Es un libro clásico: nunca termina de decir lo que tiene que decir, como decía Calvino. Por eso lo leo y vuelvo a él, al menos, una vez al año, en verano. Admiro la sencillez y la belleza de la prosa de Natalia Ginzburg y la lucidez de sus observaciones. 

Marina L. Riudoms: El cuaderno dorado, Doris Lessing

Marina

Marina L. Riudoms ha trabajado en el sector editorial para Penguin Random House, José Juan Olañeta o Glénat. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que se ha atrevido a dar el gran salto y publicar su primera novela.

Había una fiesta (Caballo de Troya, 2019) es el debut más fresco del panorama literario español en lo que va de año, con una historia que es en sí misma ideal para devorar este verano. Ambientada en la costa de Nápoles, las protagonistas son cuatro amigas de vacaciones que ven cómo la violencia estructural machista se interpone constantemente en su deseo de pasarlo y bien y disfrutar. 

Como su libro engancha tanto y se acaba leyendo tan rápido, para el resto del verano recomienda El cuaderno dorado (Lumen, 2019) de Doris Lessing,   la obra maestra de la Premio Nobel para seguir pensando el feminismo y la libertad:

El cuaderno dorado
Este febrero, Lumen reeditó "El cuaderno Dorado" de Doris Lessing y ha sido una de mis mejores lecturas de 2019. Quizás no es ligero como para cargarlo en la bolsa de playa, pero es difícil despegarse de esos personajes que, llenos de preguntas y dudas, avanzan entre conflictos de colonización africana, comunismo y batalla de sexos entre parejas heterosexuales. ¡Empatía 100% con los conflictos de la mujer que plantea Lessing.

Gabriela Ybarra: Ama, José Ignacio Carnero 

Gabriela Ybarra

La primera y, hasta la fecha, única novela de Gabriela Ybarra fue un fenómeno editorial merecedor del Premio Euskadi de Literatura. Además, El comensal (Caballo de Troya, 2015) se ha traducido al italiano, inglés y ha llegado a ser finalista del Man Booker Internacional. Sus textos han aparecido en medios como El País, ABC, El Mundo o Revista Eñe. 

En su novela autobiográfica, Ybarra intenta comprender su relación con la muerte y la familia a través del análisis de dos sucesos: el asesinato de su abuelo en 1977 a manos de ETA y el fallecimiento de su madre en 2011 por un cáncer.  

El libro que recomienda a los lectores de Trendencias para leer este verano guarda, de hecho, mucha relación con el suyo propio. Se trata de una de las novelas mejor valoradas de lo que va de año: Ama (Caballo de Troya, 2019) de José Ignacio Carnero.

Ama José Ignacio Carnero
Ama (Caballo de Troya, 2019) de José Ignacio Carnero es la historia que más me ha conmovido últimamente. Se trata de una estupenda primera novela en donde el autor reconstruye la vida de su madre, una mujer gallega que emigró al País Vasco para trabajar como asistenta en una casa de clase alta a las afueras de Bilbao. Me parece un libro muy interesante porque en él Carnero no sólo nos habla con hondura de la historia de su familia y de la muerte de su madre, sino también nos cuenta cómo se vivía en la margen izquierda de la ría del Nervión durante los años ochenta y noventa. Estoy convencida de que 'Ama' será recordado como uno de los libros más importantes de nuestra generación. 

Jenn Díaz:  La ciudad y la casa, Natalia Ginzburg 

Jenn Díaz

Jenn Díaz está considerada una de las escritoras más destacadas de la generación de autores nacidos en la década de los 80. Publicó su primera novela, Belfondo (reeditada por Destino en 2017), a los 22 años. Un libro que la crítica destacó como un exponente de la corriente neorruralista de la literatura española del siglo XXI.

La siguieron Mujer sin hijo (Jot Down Books, 2013) Es un decir (Lumen, 2014) y Madre e hija (Destino, 2016).  Novelas en las que destacan sus personajes femeninos de personalidad marcadamente introspectiva. En ellas puede reconocerse fácilmente cuáles son sus referentes: Virginia Woolf, Carmen Martín Gaite, Ana María Matute o Natalia Ginzburg, a quién también recomienda este verano con La ciudad y la casa (Lumen, 2017). 

La ciudad y la casa
Uno de los libros que más he releído, que más he disfrutado, de la autora que más admiro. Una novela epistolar, tierna, de vidas cruzadas, irónica, con unos personajes auténticos. La Ginzburg es una especialista en construir personajes con solo dos pinceladas, y a través de las cartas los vas viendo poco a poco, y vas conociendo las mentiras y las verdades de las historias, porque los conoces desde muchas perspectivas. El libro que querría haber escrito, vaya. 

Victoria Bermejo:  La mujer singular y la ciudad, Vivian Gornick

Victoria Bermejo

Victoria Bermejo ha contado historias en todos los formatos posibles. Ha publicado libros, ha escrito guiones de televisión y cine, dirigido documentales y trabajado en el mundo del cómic. Un ejemplo de su trabajo puede encontrarse en sus famosos Cuentos para contar en 1 minuto (Arpa, 2017). Minicuentos para pequeños y mayores sobre la vida cotidiana, narrados con mucho humor y sensibilidad

Para leer este verano, Bermejo recomienda la continuación de Apegos feroces (Sexto piso, 2017), uno de los libros más aclamados de los últimos años. Se trata de La mujer singular y la ciudad (Sexto piso, 2018), una novela en la que Vivian Gornick sigue mostrándose como una mujer lúcida y sensible que, siendo la realidad como es, no acepta su lugar en el mundo. 

La mujer singular y la ciudad
Este libro es perfecto para vivir en estado veraneante. Para flâneurs que observan con las tripas. Para intensos paseantes con los oídos abiertos. Es como tomarse el mejor cóctel debajo de una palmera, sabiendo que  tras la siesta te espera para salir el verdadero espíritu de Manhattan: ese que dice y piensa lo que le da la gana con regocijante ironía y flamante profundidad 

Elisa Victoria: Cénit, María Medem

Elisa Victoria

Vozdevieja (Blackie Books, 2019) es la tercera novela de la sevillana Elisa Victoria. Desde que se publicó en febrero, el libro ha tenido que reimprimirse hasta en cuatro ocasiones y ha recibido elogios de otros autores como Elvira Lindo y Ben Brooks.

Aunque la historia de Marina y su entrañable abuela también tiene lugar en verano (en el del 93, más concretamente) y huele a tardes de vacaciones sin nada más que hacer que dormir siestas eternas o esperar a que baje el sol para poder salir de casa, ella recomienda Cénit (Apa Apa, 2018) de María Médem para evocar lo mismo:

Cenit
Este cómic de María Médem me parece perfecto porque reúne el colorido, el tempo y toda la esencia propia del verano. Resulta tremendamente estético y absorbente, puedes sumergirte largos ratos en cada página, deleitarte en su atmósfera y hacer de la hora de la siesta una experiencia misteriosa y llena de magia.

Fotos: Joaquín León, Laia Nadal, Jenni San Marcelino, María Sánchez.

Había una fiesta (CABALLO DE TROYA)

El cuaderno dorado

Cuentos para contar en 1 minuto

La mujer singular y la ciudad

Mejor la ausencia (Narrativa)

El eco de los disparos: cultura y memoria de la violencia (Ensayo)

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes (Impedimenta)

Los idiotas prefieren la montaña (Carrachinas)

Las pequeñas virtudes (El Acantilado)

Belfondo (Narrativa (atico Libros))

Madre e hija (Áncora & Delfin)

Es un decir (LUMEN)

Mujer sin hijo (Literatura Impar)

La ciudad y la casa

El comensal (Caballo de Troya 2015, 6)

Ama (CABALLO DE TROYA)

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