Esta receta tradicional brasileña de picoteo es fácil de hacer en casa y no tiene nada que envidiarle al pan italiano de queso

El sabor a queso de esta receta es capaz de alegrar cualquier día. Además, se prepara con muy pocos ingredientes. Nos referimos a los pão de queijo o pan de queso, los panecillos más famosos de Brasil. No llevan gluten y son fáciles de hacer, aunque en España lo más difícil puede ser encontrar la harina de mandioca. Lo bueno es que encontrar tapioca es más fácil y podemos triturarlo en casa. Un bocado sencillo, reconfortante y lcon personalidad.

Lo primero es precalentar el horno a 180°C. Mientras, calentamos la leche, el agua, el aceite y la sal en una cacerola hasta que hierva.

También colocamos la harina en un bol grande y vertemos la leche caliente. Removemos bien con una cuchara hasta que la harina quede completamente humedecida. Eso sí, es fundamental que dejemos que la masa se temple unos minutos antes de añadir los huevos.

Añadimos entonces los huevos, uno a uno y mezclando bien después de cada incorporación. Después, agregamos el queso rallado y continuamos mezclando hasta que la masa quede uniforme y ligeramente pegajosa.

A continuación, nos engrasamos ligeramente las manos con aceite y vamos formando bolitas del tamaño de una nuez. Colocamos las bolitas en una bandeja para hornear, dejando espacio entre cada una y metemos a hornear entre 20 y 25 minutos o hasta que el pan quede inflado y dorado por fuera.

Por último, hay que servir el pan de queso brasileno recién hecho, cuando todavía esté caliente. Es perfecto para un picoteo o para tomar en el aperitivo con una cerveza o un refresco. Además, aguanta varios días si lo conservamos en un recipiente hermético.

Foto de portada | Directo al paladar

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