Los informes comparativos de la OCU ordenan los productos que este organismo analiza en función de la puntuación obtenida por su calidad global. Pueden ser muy útiles para consumidores que quieran no dejarse engañar por el marketing y la publicidad y empezar a tomar decisiones más conscientes a la hora de hacer la compra. Sin embargo, también hay que mirar estos listados con ojo crítico ya que se destaca un producto concreto como compra recomendada, aunque no siempre sea la mejor, teniendo en cuenta también el precio. Eso sí, hay un producto en concreto que aconseja evitar, sea de la marca que sea: las natillas.
Puede que no nos pille del todo por sorpresa pero la OCU ya confirmó que este postre lácteo de toda la vida deja mucho que desear en su versión industrial. Y en todos los aspectos, además. En uno de sus estudio más reciente de este producto, la Organización de Consumidores y Usuarios analizó 33 variedades disponibles en los supermercados españoles, combinando los principales sabores: 13 natillas de vainilla, 12 de chocolate y 8 de vainilla con galleta.
Como de costumbre, un laboratorio acreditado analizó cada referencia, comprobando el etiquetado, los ingredientes, la composición nutricional, y su seguridad alimentaria e higiénica. Después, una cata a ciegas de expertos las sometieron al juicio de su paladar, pues la OCU tiene muy en cuenta el disfrute gustativo de los productos de alimentación que analiza. Finalmente se tiene todo en cuenta con el precio para obtener la puntuación de calidad global.
No obstante, en el caso de las natillas la OCU ninguna pasa el examen, fundamentalmente, por la presencia excesiva de azúcares en todas las referencias, que superan los 22 g por envase, el equivalente a tres sobres de azúcar.Aunque la mayoría de su contenido es leche, se pasan de azúcar en todos lo casos y, sobre todo, las que llevan galleta (otro elemento ultraprocesado que suma más azúcar al producto).
Además, la organización destaca la excesiva presencia de aditivos, el uso de aromas artificiales que dejan un regusto extraño muy distinto a lo que debería saber la vainilla, y la escasa presencia de chocolate o cacao natural en las natillas de chocolate (lo que lleva, de nuevo, a compensar con azúcar y aditivos).
Aún así, si esta información te da igual o por si algún día quieres darte un guilty pleasure, estas son, de entro lo peor, lo mejor según la OCU:
En la categoría natillas de vainilla, con una calidad media de 59 puntos; precio razonable y buena textura y sabor, destacan las natillas Eroski sabor vainilla, seguidas de las Milsani de Aldi, con 57 puntos.
En lo que respecta a las natillas de chocolate, las Danet de Danone son las mejor valoradas aunque son excesivamente caras para su calidad media de 56 puntos. Le siguen las de Carrefour, que cuestan menos de la mitad y tienen casi la misma puntuación.
Por último, para los que prefieren las natillas de galleta destacan las natillas de IFA Eliges que sobra decir que se pasan de azúcar pero tienen buen precio y un sabor agradable.
Las peores referencias de cada grupo, con las calificaciones más bajas en todos los parámetros son: las natillas de vainilla Carrefour, las natillas Kaiku sabor chocolate y las natillas Milbona con galleta de Lidl. Todas se consideran productos de mala calidad en términos globales.
Alternativas a las natillas de supermercado
resalta cómo en los hogares se han dejado de preparar las recetas de natillas caseras al estilo tradicional, pues cuando se hacen en casa cada vez más se recurren a los preparados en polvo (Flanín de Maizena, Potax, etc). Estos sobres combinan almidones y espesantes, azúcar, aromas, colorantes y algunos otros aditivos.
Cuando se preparan desde cero, las natillas son muy similares a la crema inglesa y la crema pastelera, cuyos ingredientes básicos son leche, azúcar y yema de huevo. Las clásicas se aromatizan con vainilla y/o canela, se espesan un poco con almidón de maíz y se coronan con una galleta tipo María. Preparándolas en casa se pueden tener listas en pocos minutos, por ejemplo haciendo natillas en microondas o usando la receta de natillas en Thermomix.
Otra ventaja de la preparación casera es el control de los ingredientes, pues podemos hacerlas con menos o sin nada de azúcar, usando un edulcorante apto como el eritritol, sustituyendo el lácteo por leche sin lactosa, prescindiendo del huevo para los alérgicos o incluso con una versión 100 % vegana. De este modo podemos personalizarlas con una versión de chocolate, usando chocolate blanco, etc.
Foto de portada | Joshua Rawson-Harris en Unsplash, ajcespedes en Pixabay y Directo al Paladar
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