Estás paseando con tu hijo de la mano cuando te mira y te dice que quiere unas zapatillas de marca como las que su mejor amigo ha recibido por su cumpleaños. Tú le miras y le dices “no podemos pagarlo”, intentando zanjar la conversación. Otro día te pregunta si podéis ir a Disneyland París y de nuevo contestas que no, que no podéis pagarlo. Brad T. Klontz es doctor en Psicología y está especializado en psicología financiera. Desde su posición de experto tiene algo que decirte: deja de decir a tus hijos “no podemos pagarlo”. Les haces un flaco favor.
Tal y como explicaba en la CNBC, hay varias razones por las que nunca deberías decírselo y la primera de todas es que es muy probable que sea mentira. Aunque creas que no lo creas, los niños son más perceptivos de lo que parecen y si eres sincero contigo mismo, es posible que pudieras conseguir el dinero, aunque fuera pidiendo un préstamo. “La cuestión es que, a menos que tu hijo te pida un jet privado, probablemente puedas encontrar la manera de conseguirlo”, asegura el experto.
Además de la mentira innecesaria, Klontz asegura que podemos estar dando una imagen irreal económicamente hablando que se vuelva en contra del niño en el futuro. “Si tu hijo crece escuchando: “No podemos permitírnoslo”, puede internalizar una sensación de escasez financiera”. El problema llega cuando crecen, porque “la respuesta emocional podría ser: “Ahora por fin puedo conseguir lo que nunca tuve”, lo que puede llevar a gastar de más y tener estrés financiero de por vida.
Lo que propone Klontz es explicar al niño por qué no le compras algo. “En lugar de inculcarle la idea de que el dinero escasea, puedes centrarte en enseñarle las razones por las que priorizas otras cosas” y aprovechar ese momento para enseñarle por qué ciertos gastos no están en el presupuesto o porque la familia está ahorrando. El experto asegura que explicándole “por qué priorizas los objetivos a largo plazo sobre el pensamiento a corto plazo conseguirás que entienda la importancia de la gratificación aplazada”.
Tendemos a no querer hablar de dinero con los niños, pero los expertos aseguran que tener este tipo de conversaciones temprano ayuda a los niños a desarrollar buenos hábitos con el dinero, como establecer límites de gasto y resistir las compras impulsivas. Además, las investigaciones demuestran que la probabilidad de que los niños sean mejores con el dinero cuando se convierten en adultos, aumenta cuando han crecido en familias en las que este tema no es tabú y se discute abiertamente.
Qué decir a un niño en vez de “No podemos pagarlo”
Para Klontz, en lugar de decir “No podemos pagarlo” y cortar la conversación con la intención de que el niño deje el tema, podemos contestar con un “Podríamos hacerlo, pero elegimos gastar nuestro dinero en esto otro porque…”. Así le damos una explicación lógica que podemos adaptar a un niño. Por ejemplo, podemos decir que podríamos irnos a Disneyland París pero este año hemos decidido ahorrar para poder hacer una reforma en la cocina y tener más sitio para cocinar todos juntos los domingos. O decirle que podríamos comprar las zapatillas pero ese mes tenemos que comprarle un chándal nuevo porque se le ha roto y comprar además el regalo de la abuela, que es su cumpleaños y vamos a celebrarlo con ella.
Klontz asegura que como padres hay que compartir con tus hijos tus valores financieros. “Cuéntales qué es lo más importante para ti. Explícales cómo ahorrar y tomar decisiones de gasto inteligentes te permite vivir la vida que deseas y te ayuda a alcanzar tus metas”, porque que en ese momento hayáis decidido no gastarlo en un viaje a Disney, no significa que no pueda hacerse ese viaje en el futuro. “Estas conversaciones ayudarán a su hijo a construir una relación saludable con el dinero”, asegura el psicólogo.
Fotos | Dr. Brad Klontz
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