Puede que no todos tengamos jardín en casa o una zona de exterior suficiente como para que nos preocupe cuando hay que podar un olivo o un limonero, sin embargo, siempre podremos tener hortensias. Unas plantas muy resistentes que nos regalan sus preciosas flores durante el verano. Sin embargo, para poder disfrutar de esa época, debemos proporcionarles unos cuidados durante el año entre los que destaca la poda. Con la ayuda de los expertos de Decosfera, te vamos a contar cuál es el momento adecuado para podarlas y cómo hacerlo para no dañar la planta.
Por qué podar las hortensias
Resulta y acontece que la hortensia es una planta que demanda mucha agua. Así que es importante que no destine muchos recursos a las ramas de las que ya no vayan a salir flores. Así que la poda va a ayudar a que la hortensia pueda seguir desarrollándose correctamente y su floración sea aún más intensa.
Reconocerás las ramas más viejas porque son leñosas y, muchas veces, se entrecruzan. Las ramas jóvenes, por otro lado, son aquellas que tienen tres años aproximadamente. Estas hay que podarlas al 50% de su longitud y, si tienen flores, hay que cortar por encima de la yema.
La fecha y otros detalles concretos del procedimiento van a depender de la variedad, así que es importante que sepas qué tipo de hortensia tienes en casa. Como regla general, hay dos variedades predominantes en los hogares españoles: la panicular arborescente y la macrophylla.
La poda de las hortensias macrophyllas
Gemma Evans
De entre ambas, las hortensias macrophyllas son las más habituales. Puedes reconocerlas por unas flores muy grandes en colores que van del blanco y el rosa al azul. En el caso de esta variedad, en cuanto pasa el verano, hay que eliminar las flores marchitas podando por encima del último brote de la rama. También hay que cortar las ramas muertas o las que estén débiles, ya que lo único que hacen es chupar energía de la planta.
Eso sí, la auténtica poda llega tras el invierno, cuando ya no vaya a helar. Si la poda que hagas es abundante, ten en cuenta que al año siguiente vas a tener menos flores pero de mayor tamaño. En cambio, si la poda es limitada, saldrán muchas flores, pero más pequeñas.
A la hora de podar hay que despejar la parte central de la planta eliminando las ramas más viejas y cortando a ras del suelo.
La poda de la hortensia panicular arborescente
Christina Winter
Por otro lado, la hortensia panicular arborescente se caracteriza por racimos de flores de forma cónica. En este caso, tras el verano, también hay que eliminar las flores marchitas y las ramas débiles. Sin embargo, a diferencia de las macrophylla, con la panicular arborescente no es necesario esperar a que pase el invierno para podarla si vivimos en zonas cálidas o templadas.
En zonas de clima frío sí es mejor esperar al final del invierno y que, de este modo, no le afecten las heladas. Para podar la hortensias panicular arborescente hay que cortar cerca de los brotes de los tallos nuevos. También se puede despejar la zona central para que la hortensia tenga más luz.
Para podar ambas variedades necesitaremos dos tipos de herramientas. La tijera de poda, para las ramas más jóvenes y accesibles, y una tijera de poda de mango largo, para llegar sin problema a las partes centrales y más inaccesibles de la planta. Esta última también te permitirá cortar sin problemas las ramas más robustas. Por último, recuerda desinfectar las tijeras para evitar que se puedan infectar las heridas de la planta.
Foto de portada | Annie Spratt
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