La ropa pasa de estar como nueva y bien cuidada a tener unos pequeños agujeros que nunca llegas a saber muy bien cómo ni por qué han llegado allí. Uno se pregunta si es que hay polillas viviendo ocultas en tu armario, si la culpa la tiene la lavadora y un ciclo de lavado incorrecto o es que nos han echado un mal de ojo. Y es que a veces pasa incluso cuando apenas nos hemos puesto un par de veces la prenda en cuestión, mientras que otras más viejas aguantan carros y carretas como si nada. Bueno, pues el misterio tiene explicación.
En primer lugar hay que tener en cuenta que el material con el que están confeccionadas las prendas juega un papel crucial. De este modo, aquellas telas más finas y ligeras son más frágiles y menos duraderas que las que son más densas y pesadas. Suena lógico pero hay más porque, si a esta ecuación le añadimos los siguientes factores, es cuando aumentan las probabilidades de encontrarnos con estos misteriosos agujeros.
Botones, cinturones y otros objetos metálicos
Cuando estos agujeros salen en la zona de la barriga de una camiseta, suelen ser producto de los botones metálicos de los pantalones vaqueros. Y lo mismo aplica para las hebillas de los cinturones o las cremalleras. Si la camiseta y las piezas metálicas se rozan, se dañan las fibras de la tela y el fino hilo con el que se haya tejido la camiseta puede romperse. Y peor aún es cuando estos metales tienen esquinas y bordes puntiagudos...
RDNE Stock project
La lavadora
La lavadora también puede ser la culpable de estos pequeños agujeros, pero no por el tipo de ciclo escogido. Y es que en el tambor pueden rozarse y engancharse con cremalleras, ganchos de los sujetadores, correas y otros objetos metálicos. Del mismo modo, los objetos metálicos también pueden dañar el tambor y crear micro esquinas afiladas que rasguen la ropa.
Así que, si tienes miedo de que alguna prenda en concreto pueda romperse, es mejor que la laves dentro de una bolsa de lavado. Es lo mismo que se debe hacer con los sujetadores, que siempre han de ir en una bolsa de lavandería separada. Además, recuerda dejar subidas todas las cremalleras de la ropa que vayas a lavar.
Polillas
Aunque estos insectos suelen ser los primero sen los que pensamos cuando nos descubrimos un nuevo agujero en la ropa, lo más probable es que no sea el caso cuando se trate de prendas de algodón y materiales sintéticos. A las polillas les gusta comer materiales de procedencia animal como la lana. No obstante, nunca está de más revisar el armario y descartar que tengamos polillas viviendo de gratis. Para deshacerse de ellas, lo mejor son los olores desagradables como la madera de cedro, las hojas de laurel, el clavo, la menta o algunos aceites esenciales.
Kelly Sikkema
Por último, si no quieres tener que deshacerte de tus prendas dañadas, puedes remendarlas con aguja e hilo. Eso sí, hazlo en cuanto te des cuenta para que no se hagan más grandes.
Foto de portada | Sarah Chai
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