Las dietas de las que todo el mundo habla este otoño a examen

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No hay un septiembre sin que las búsquedas de dietas en Internet aumenten de manera importante. Y es que uno de los propósitos de curso nuevo más habitual es, para muchas personas, el de perder peso. Por desgracia, no todas las dietas que encontramos online - o casi ninguna, siendo realistas - son efectivas. Y no solo eso, si no que pueden llegar a no ser seguras o saludables.

Este año no es diferente, y ya nos encontramos con que algunas dietas están teniendo muchas búsquedas. Estas son algunas de las más buscadas y lo que sabemos sobre ellas y su efecto en nuestro peso y salud.

Dieta ravenna

Esta dieta estuvo en el candelero de manera muy importante en 2010 y parece que ha vuelto a nuestras vidas. Se trata de una dieta creada por un médico, en la que se considera a la obesidad como una adicción y se propone un plan de alimentación en el que se consuman tan solo 600 calorías. La idea es dejar de pensar en la adicción. Es decir, en la comida. Y, para ello, la retiran como si fuera un plan de abstinencia.

El problema es que, en contra de lo que indica el creador, se trata de una dieta que no nos enseña hábitos saludables que podamos mantener a largo plazo. Mientras estamos haciendo la dieta prácticamente no comemos, pero cuando la dejemos - y la dejaremos porque una dieta tan restrictiva es imposible de mantener a largo plazo - no habremos aprendido a comer de manera sana y equilibrada dentro de unas calorías adecuadas.

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Esto hará que una vez que la dejemos ganemos el peso perdido, pudiendo generar efecto rebote. Además, es habitual que estas dietas tan restrictivas no nos permitan cubrir todas nuestras necesidades nutricionales, pudiendo tener problemas por falta de nutrientes. Este tipo de dietas tan restrictivas también suelen estresar al organismo, pueden generarnos ansiedad o llevarnos a antojos y consumo de comida descontrolada.

Dieta fodmap

Esta dieta se creó, originalmente, para tratar a personas que tenían síndrome de colón irritable.  Sin embargo, en algunos casos, se utiliza o recomienda esta dieta para intentar perder peso. El problema es que esta dieta no está pensada para eso y, aunque es posible que nos haga perder peso, no es su finalidad.

La idea detrás de esta dieta es reducir algunos alimentos fermentables, como los azúcares, los dulces, algunas verduras, lácteos, etc., que podrían estar influyendo en la hinchazón y malestar de las personas que sufren síndrome de colón irritable.

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Sin embargo, se trata de una dieta muy estricta, en la que se eliminan  muchos alimentos y que, además, no debería realizarse sin la supervisión  de un médico. Es una dieta cuyo fin debería ser el tratamiento del  síndrome de colón irritable. Es por ello que no es una dieta que debamos utilizar para intentar perder peso.

Dieta macrobiotica

Gwyneth Paltrow ha sido una de las grandes abanderadas de la dieta macrobiótica. En ella los alimentos se dividen en dos categorías Yin y Yang, siendo los primeros los naturales y los segundos los que deberíamos evitar. El problema es que lo habitual es que tengamos que evitar muchos alimentos - demasiados - y que algunos de los permitidos sean muy raros y difíciles de encontrar (todavía más si hacemos esta dieta como Gwyneth).

Lo habitual en este tipo de dietas es limitar grandes grupos de alimentos como lácteos, verduras, carnes, harinas, alcohol o azúcares. Pero también restringe el uso de hierbas aromáticas, especias, etc. Se trata de una dieta tan restrictiva que puede promover carencias nutricionales, especialmente en vitamina B12, vitamina D y calcio. Podría influir directamente en nuestra salud ósea y resultar peligrosa a largo plazo.

Dieta keto

La dieta keto no ha salido de las más buscadas en los últimos años. Y es que está de moda y, quién más y quién menos, la ha practicado alguna vez. La idea detrás de esta dieta es que se reduzca al mínimo posible el  consumo de carbohidratos y sustituirlos por proteínas. El fin es  conseguir, gracias a la reducción de hidratos de carbono, que nuestro cuerpo alcance el estado conocido como cetosis. De esta manera se conseguiría que nuestro cuerpo aumentara su gasto de lípidos y la quema de grasas.

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Esta dieta puede ayudarnos a perder peso, pero no está recomendada ni para todo el mundo ni a largo plazo.  El motivo principal es que es una dieta complicada de llevar y que, si  nos pasamos, podemos acabar en cetoacidosis, lo cual resulta peligroso. En concreto, se trata de una dieta recomendada en casos de importante  obesidad, durante las primeras semanas, ya que permite una importante reducción de peso. Es imprescindible que la hagamos con ayuda de un nutricionista experto.

Dieta alcalina

Este tipo de dieta se basa en el consumo casi exclusivo de vegetales, fruta y legumbres ya que consideran que los residuos ácidos de las carnes por ejemplo y las harinas refinadas pueden perjudicar la salud. Sin embargo, no hay evidencias de que la ingesta de alimentos con residuos ácidos perjudique al organismo. Al contrario, las investigaciones señalan que es una forma de alimentación demasiado limitada.

Es por ello que, a pesar de que una alimentación basada en vegetales y fruta es lo  ideal, la dieta alcalina resulta demasiado restrictiva con otros grupos alimenticios y no hay evidencias de que sea saludable para nuestro organismo. No existen tampoco evidencias de que esta dieta produzca ningún beneficio en nuestra salud u organismo.

Dieta Herbalife

Aunque parezca mentira, las dietas propias de la marca Herbalife siguen estando en boga y este año es una de las más buscadas. Básicamente, se trata de una dieta alta en hidratos de carbono y baja en calorías. Una de las claves de esta dieta es que para realizarla tendremos que comprar sus suplementos de vitaminas, proteínas y ácidos grasos, además de sus batidos, que, por supuesto, no son baratos.

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La idea es sustituir una o dos comidas con batidos y el resto de comida hacer platos típicos de la dieta que nadie quiere hacer, como yogur, pechugas de pollo solas a la plancha o hervidas, pescado con verduras, etc. Lo llamativo es que cuando analizamos los batidos de Herbalife vemos que contienen una gran cantidad de fructosa, un azúcar. Este, sin el efecto de la fibra de la propia fruta, actúa como un azúcar libre. Es decir, no resulta más sano. También contienen dextrosa o miel en polvo, que también son azúcares.

En general, debemos desconfiar de cualquier dieta que nos obligue a consumir suplementos alimenticios o a sustituir comida de verdad por batidos (en este caso azucarados). Todos los nutrientes deberíamos conseguirlos de la alimentación, y si no es así, entonces nuestra dieta no es adecuada. En el caso concreto de la dieta Herbalife, no nos enseñará a comer de manera saludable a largo plazo por lo que al dejarla volveremos a ganar el peso perdido - o más -.

No genera ningún tipo de adherencia porque es aburrida, supone un importe económico bastante alto y, además, puede que no perdamos peso ya que los batidos contienen una gran cantidad de azúcar. Aunque lo perdiéramos, no resultaría para nada saludable, ya que el azúcar libre es uno de los grandes enemigos de la vida sana.

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