El pasado 6 de mayo, Carlos III lograba al fin sentarse en el trono. A sus 75 años, el hijo de Isabel II heredaba el cetro tras el fallecimiento de la reina. Llevaba años soñando con aquel momento y la celebración debía estar a la altura. Invitó a los mejores artistas del planeta y entre ellos estaba Taylor Swift, la primera cantante en ganar el disco del año cuatro veces.
'Tay' mueve masas y ha conseguido subirse al podium. Factura auténticas millonadas y los tickets para sus conciertos se agotan en cuestión de minutos. Todos quieren ver a Swift en acción y Carlos III no se quedó atrás. Solicitó su actuación en la tarde de su coronación y, sorprendentemente, la cantante rechazó la oferta.
Taylor dijo no y cumplió su palabra. No actuó en Windsor como sí hicieron Katy Perry, Andrea Bocelli y Lionel Richie. Pero, ¿por qué se negó a cantar? ¿A caso está en contra de la monarquía? ¿Tiene algún problema personal con Carlos III? ¿O simplemente prefirió quedarse en el sofá de su mansión?
Taylor Swift
Ninguna de las opciones anteriores es correcta. Al parecer, Taylor tenía un concierto programado en el Estadio Nissan de Nashville, Tennessee. Así lo reveló el periodista Omid Scobie en su último libro, “Endgame: Inside the Royal Family and the Monarchy’s Fight for Survival", tal y como recuerdan desde Grazia.
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