Los 90 no solo han vuelto en cuestiones de estilo. Más allá del retorno de las chupas de cuero, los tops de cuello sin mangas, así como los recogidos messy de inspiración Pamela Anderson, los perfumes que usaban nuestras madres por el entonces también se están convirtiendo en unos de los más buscados esta temporada. No es de extrañar, es que el olor a limpio donde las notas cítricas conviven con el frescor siempre son un acierto porque encajan en cualquier situación. Además, son de lo más elegantes.
Seguramente te haya venido a la mente algún que otro frasco de esa firma de perfume que usaba tu madre en los 90 y que puede que a día de hoy aún mantenga en su tocador. Este tipo de fragancias son atemporales, da igual los años que pasen, siempre son un acierto. Y es que a veces nos decantamos por nuevos lanzamientos olvidando las viejas confiables. Desde aquí celebramos estos clásicos.
Acqua di Gioia de Armani
Un Eau de Parfum que salió al mercado en 1995 y siempre ha sido un básico en el cuarto de baño de mi madre desde que tengo uso de razón. ¿El motivo? Evoca la brisa marina, es ligero y acuático, súper fresco y floral. Sus notas de salida son limón, melocotón, piña y violeta. Tiene un corazón floral de jazmín, fresia y lirio de los valles, y un fondo amaderado de sándalo, ámbar y almizcle. Muchas veces cuando vuelvo a casa y se me olvida mi perfume de confianza recurro a este de mi madre y es que hay una cosa clara: es intergeneracional. Puedes comprarlo en Sephora por 51 euros.
Agua fresca de rosas de Adolfo Domínguez
Otro perfume al que mi madre le ha sido fiel durante años y años. A pesar de que no es el que utiliza actualmente, si tuviese que decir a que huele mi madre te diría que a esta colonia de Adolfo Domínguez. También data de 1995 y se trata de una fragancia floral súper elegante. Destaca por su frescura y es que las notas de salida son la bergamota, el pomelo y la mandarina. El corazón despunta por la presencia de la rosa, el jazmín, el lirio y la azucena, mientras que el fondo es de musgo, almizcle, sándalo y ámbar. Cuesta 36,99 euros en Douglas.
Cool Water Woman de Davidoff
Otro clásico noventero donde el protagonista es el agua. Y es que nos trasporta con su frescura hasta una cascada en el bosque. Las notas de salida son melón, flor de loto, limón, piña, calone, membrillo, azucena y grosellas negras. Por otra parte el corazón de la fragancia destaca por la flor de loto, el nenúfar, el lirio de los valles, el jazmín, la miel, la flor del espino y la rosa. En el fondo se advierten el almizcle, el vetiver, la raíz de la violeta, la frambuesa, el melocotón, el sándalo y la vainilla. Un mix que encaja a la perfección. Su precio es de 18,33 euros en Amazon.
Eau de Rochas
Este perfume es aun más veterano que el resto, porque es de 1971. Mantiene la línea fresca que tanto gusta a nuestras madres y también triunfó en la década de los 90 con su toque parisino. Aquí las notas de salida son la verbena y la lima, las del corazón del perfume la mandarina, flores frescas de rosa silvestre y el jazmín, mientras que en el fondo destacan el roble y ámbar. Está disponible en Druni por 29,90 euros.
CK One de Calvin Klein
El actual favorito de mi madre y también un clásico de los 90. En 1994 fue cuando se popularizó convirtiéndose en el primer perfume unisex y desde entonces no ha pasado de moda. Súper juvenil y refrescante, con un aire desenfadado, perfecto para el día a día.
Este perfume es uno de esos que te acompaña de por vida. Las notas de salida son piña, mandarina, papaya, bergamota, cardamomo y limón. Las notas de corazón son nuez moscada, violeta, raíz de orris, jazmín, lirio de los valles y rosa. Las de fondo son sándalo, ámbar, almizcle, cedro y musgo de roble. Sin duda una combinación ganadora para dar con un aroma de lo más atemporal y chic. Esta disponible por 24,95 euros en Druni.
Imágenes | Sephora, Douglas, Calvin Klein, Flickr
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