Estás de escapada de fin de semana y tu amiga, pareja, hermana (o con quien quiera que sea que hayas viajado) te propone hacer algo que no te apetece mucho. Por suerte, el refranero español te ofrece una respuesta rápida, divertida e ingeniosa: "cuando los cerdos vuelen", contestas. Entonces, una cabra sobrevuela vuestras cabezas y no es ni un sueño ni una película de ciencia ficción porque estáis en Jérica, un pueblo tan pintoresco que en él se hace posible lo que parece imposible.
En el interior de la provincia de Castellón, en la Comunidad Valenciana, se ubica un pueblo cuyo interesante conjunto histórico y sorprendentes paisajes han quedado eclipsados por unas cabras que se dedican a saltar de tejado en tejado como si se encontraran en plena naturaleza, creando la falsa impresión de que están volando. Aunque es un problema para sus 2000 vecinos, que tienen miedo de que los animales les desgasten las tejas de los tejados, puede que no vuelva a haber mejor momento que el actual para hacerle una visita a Jérica.
Además del hecho de que sea habitual ver cabras merodeando por los caminos que rodean el pueblo (además de sobre sus tejados), en la parte más alta de Jérica se encuentra su conjunto histórico. En otros tiempos bordeado por una muralla, todavía quedan restos en la actualidad del Castillo que una vez se erigió en estas tierras. También alberga la ermita de San Roque o Santa Águeda la Vieja y las cintas murarias, además de la Torre de la Muela.
Descendiendo por sus típicas calles también se llega al templo neoclasicista de la Iglesia del Cristo de la Sangre y a la emblemática Torre de las Campanas o de la Alcudia. Data del siglo XVII y, con su estilo mudéjar, es un auténtico símbolo de la localidad. Aunque saliendo del casco urbano también aguardan las sorpresas, como la Cruz Cubierta gótica y senderos que llevan a encontrar antiguas trincheras, corrales y azudes.
Aunque la gran visita obligada se encuentra en el Paraje de La Vuelta de la Hoz, un paseo de ensueño por un meandro del río Palancia que ha ido erosionando la pared de la montaña. Por lo tanto, es una zona en la que se ha creado un paisaje único para dar un paseo, hacer un picnic o incluso escalada con unas vistas geniales de fondo.
Foto de portada | Pacodonderis
En Trendencias | Los 33 pueblos más bonitos cerca de Barcelona para una escapada de fin de semana