Cinco ciudades preciosas de Europa que mucha gente no conoce y que son más bonitas que otros destinos más famosos

Países como Italia, Portugal o Inglaterra tienen mucho más que ofrecer a los viajeros que Roma, Lisboa o Londres

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Hay lugares tan famosos en Europa que uno siente la presión por visitarlos, al menos, una vez en la vida. Sin embargo, suelen estar tan masificados y viajamos con las expectativas tan altas que es fácil llevarse una decepción. Por no hablar de los precios... Según Nick Ede, uno de los mayores expertos en cultura popular del Reino Unido, el querer estar allí donde todo el mundo va es una horterada y deberíamos evitar a toda costa los destinos cliché. Por suerte, el Viejo Continente está lleno de rincones con encanto. Estas cinco ciudades no las encontrarás nunca en la lista de las más visitadas, pero nadie que las haya visitado en la redacción de Trendencias ha podido olvidarlas.

Aveiro (Portugal)

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De Portugal se llevan la fama Lisboa y Oporto, pero lo difícil es encontrar en el país vecino un lugar que no sea una preciosidad. En especial, nos parece que Aveiro enamora profundamente con sus paisajes marcados por el agua. Y es que, no solo encontramos canales en Ámsterdam y Venecia, junto al mar y a la ría, una red de canales por los que pasean barcos moliceiros atraviesa Aveiro. Además, posee un conjunto de edificios de estilo modernista que merece la pena ver. En el apartado gastronómico, no te vayas sin probar los “ovos moles”, el dulce emblema de la ciudad que se confecciona con huevos y azúcar. Aunque lo más curioso es que se venden en barricas de madera o envueltos en una corteza de oblea con formatos divertidos.

Bath (Inglaterra)

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La riqueza monumental de Bath le ha valido a esta ciudad inglesa el título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Fundada por los romanos junto a unas fuentes termales, llegó a ser un centro importante de la industria lanera en la Edad Media. Además de por la belleza de sus antiguas termas o su elegante arquitectura georgiana, no tiene nada que envidiarle a Londres por la cantidad de planes diversos que ofrece. Desde remar por el río Avon hasta recorrer los lugares en los que se ha rodado Los Bridgerton. También es escenario del festival de música y arte más grande del mundo: Glastonbury, y los amantes de la literatura pueden sumergirse en la vida y obra de una gran figura de la literatura en el festival anual de Jane Austen.

Aix-en-Provence (Francia)

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Aix-en-Provence, en la Provenza francesa, es famosa por su calidad de vida. Se caracteriza por sus agradables placitas, palacios de los siglos XVII y XVIII, fuentes encantadoras, bonitas tiendas, terraza y mercados de flores, frutas y verduras... Invita a pasear y a disfrutar del buen tiempo sin prisas. Además, desde la época romana, la ciudad es conocida por sus termas y en la actualidad ofrece curas de hidroterapia.

Bérgamo (Italia)

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Bérgamo destaca por la postal que dejan sus impresionantes ruinas medievales en lo alto de una colina, rodeada por una muralla veneciana con cuatro puertas. Callejuelas estrechas, una maraña de patios escondidos, tiendas de artesanía y pórticos caracterizan esta ciudad lombarda. Es un viaje de historia, buena comida y belleza. Esto último, no solo por sus paisajes sino por ser uno de los más bellos ejemplos del Renacimiento italiano y esconder obras maestras de Mantegna, Botticelli, Rafael y Bellini. Además, su rica historia también habla de ópera puesto que es la ciudad de Donizetti, uno de los cinco grandes compositores de ópera mundiales.

Braga (Portugal)

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Fundada hace más de 2.000 años, Braga es una de las ciudades más antiguas de Portugal. Además de haber sido una de las principales vías romanas de la Península Ibérica en el Imperio romano, su catedral tiene el honor de ser la más antigua del país. Dar un agradable paseo por su centro histórico significa visitar algunas de sus muchas iglesias, apreciar sus casas y edificios históricos (como el Palacio de Raio, el Teatro Circo, el Arco de Porta Nova) o tomar un café en la emblemática Brasileira mientras se observa el ajetreo de la Avenida Central. También hay que subir al Santuario de Bom Jesus que, con su monumental escalinata y rodeado de espacios verdes, ofrece una excelente panorámica de la ciudad.

Foto de portada | Ricardo Resende

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