He probado un truco para empezar el día de mejor humor. Y funciona

Consigue que el día se afronte con una perspectiva más optimista aunque pases por un mal momento

Habito De Un Minuto Para Estar De Mejor Humor Y Ser Mas Productiva
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Anabel Palomares

Editor

La neurocientífica Lisa Feldman Barrett afirmaba en una conocida charla TED que las emociones no son reacciones cerebrales preprogramadas e incontrolables, sino conjeturas construidas por el cerebro en el momento. Unas “predicciones” en las que el cerebro utiliza experiencias pasadas para construir una experiencia. En base a la premisa de Feldman, tenemos más control sobre nuestras emociones del que creemos y podemos llegar a transformar nuestra vida emocional. Una forma de hacerlo es intentar empezar el día de mejor humor, y como llevo varios meses pasando una época raruna he probado un truco para conseguirlo.

Lo aprendí de Scott Mautz, un experto en fortaleza mental, productividad y liderazgo que se ha hecho conocido en todo el mundo por su trabajo en Procter & Gamble, donde dirigió varias de las empresas multimillonarias más grandes de la compañía. Ahora es instructor en LinkedIn Learning y escribe en diversos medios. Es en uno de ellos, Inc. donde contaba “un truco genial que he desarrollado y usado con éxito durante bastante tiempo”, que ayuda a evitar que empecemos el día con mal humor. Lo he probado y funciona.

Dos preguntas y un minuto para pensar en ellas

El ejercicio es muy sencillo y consiste en hacerte dos preguntas consecutivas, con una pausa entre ellas para responder. Yo lo hago mientras me preparo el café antes de empezar a trabajar y me ayuda a ver las cosas con otra perspectiva. Una más optimista y agradecida.

¿Por qué estoy agradecida hoy?

Igual que si estuviéramos escribiendo un diario de gratitud, hacernos esta pregunta, especialmente cuando pasas por un mal momento, nos ayuda a darnos cuenta de que no todo lo que nos pasa es malo aunque haya cosas que lo sean. La gratitud se vincula con la esperanza y con el bienestar. Según Mautz, el mal humor se debe en la mayoría de casos a lo que no tienes, lo que te va a pasar o lo que no te gusta. “Expresar gratitud te saca de ese estado de ánimo. Inicia una trayectoria positiva ascendente y puede detener una espiral negativa de golpe”, explica. Para ello solo necesitas identificar una única cosa. La que sea. Puede ser desde el amor de tu madre a ese abrazo que le darás hoy a tu mejor amiga o ese café caliente que estás preparándote.

"Agradecer activa la corteza prefrontal, que está asociada a procesos como el aprendizaje y la toma de decisiones", asegura Cynthia Hurtado-Müller, licenciada en Psicología y fundadora de la plataforma Neurofyok, por lo que cuando damos las gracias no solo estamos beneficiando a nuestro bienestar como afirma la Universidad de Harvard, también estamos regulando nuestro estrés y mejorando nuestra capacidad cognitiva y por lo tanto, nuestra productividad.

Además, la neurociencia demuestra que la gratitud activa regiones del cerebro asociadas con la recompensa, mejorando los sentimientos de satisfacción y bienestar emocional, y si practica de forma regular puede conducir a cambios positivos a largo plazo en el cerebro, favoreciendo la salud mental y la resiliencia.

¿A quién puedo dar hoy las gracias?

La segunda pregunta es más bien una intención, y es la de desear un momento de ese día a decirle a alguien lo agradecida que estás por algo. “Sentir gratitud te pone de mejor humor. Expresarla te eleva aún más el ánimo”, asegura Mautz. Puedes por ejemplo darle las gracias a tu compañero de trabajo por haberte ayudado ayer con el proyecto, o a tu profesora de manualidades por lo que te enseñe después de la clase. Piensa en alguien de tu entorno por el que estés agradecido y comunícaselo.

La psiquiatra Dori Espeso, profesora de la Universidad de Barcelona, afirmaba en la BBC que ser agradecido ha sido “una ventaja evolutiva que nos ha ayudado a sobrevivir como especie, a crear vínculos sociales” y es algo que se puede desarrollar y trabajar durante toda la vida. "Siempre estamos a tiempo de madurar neurobiológicamente en este sentido", afirma. Y solo necesitas un minuto de entrenamiento diario para conseguirlo.

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