Voy a abrir un melón por culpa de Twitter, que tiene cosas malas pero otras muy buenas como que nos invita a reflexionar sobre algunos temas. Una madre o un padre, ¿debería tener preferencia por encima de una persona sin hijos para elegir sus vacaciones de verano?
El hilo de Twitter de la discordia lo iniciaba David Jiménez, director de Ramen para dos y padre. Y lo hacía con una afirmación: “¿Que si los padres con hijos deben tener preferencia a la hora de elegir vacaciones en el trabajo? OBVIAMENTE SI. Es que ¿en qué cabeza cabe lo contrario? De hecho los solteros sin cargas familiares deberían ser siempre los últimos.”
2,6 millones de reproducciones más tarde, el debate está servido.
¿Tienen los padres prioridad en la elección de vacaciones?
A nivel legal no, los padres no tienen prioridad a la hora de elegir vacaciones. El Estatuto de los Trabajadores no da prioridad a los trabajadores con hijos. El artículo 38.2 se establece que “el periodo o periodos de su disfrute se fijará de común acuerdo entre el empresario y el trabajador, de conformidad con lo establecido en su caso en los convenios colectivos sobre planificación anual de las vacaciones.” Es decir, es algo que la empresa decide de común acuerdo con los trabajadores y en base al convenio colectivo.
Pero lo que sí existe es jurisprudencia al respecto, porque una sentencia del 10 de marzo de 2004 de la Audiencia Nacional sentó precedente al otorgar prioridad a los trabajadores con cargas familiares. La sentencia les dió preferencia para descansar durante los periodos de descanso escolar.
Así, y según la jurisprudencia existente, los trabajadores de mayor antigüedad tienen preferencia de elección frente a las nuevas incorporaciones, y los trabajadores con cargas familiares tienen preferencia para descansar durante los periodos de vacaciones escolares.
La situación de privilegio (o no) en el trabajo de las personas que tienen hijos
Podríamos pensar que los padres cuentan con un privilegio sobre las personas que tienen hijos, pero según este estudio de Lingokids solo el 11% de los padres pueden disfrutar de vacaciones a la vez que los niños. El resto hacen malabares para conseguir que alguien les cuide mientras trabajan porque ojo con este dato: los niños españoles son los europeos que más vacaciones de verano tienen, 78 días.
Evidentemente el tiempo de vacaciones de esos padres en pocas ocasiones es igual que el de sus hijos. Por eso los padres, en ocasiones y su economía se lo permite, negocian con la empresa una reducción de jornada.
Otras opciones si el trabajo te impide conciliar el cuidado de los hijos, son el teletrabajo o las jornadas intensivas que dejan algo más de tiempo libre. Y si la empresa se niega, esos padres podrían denunciar porque también se sentó un precedente con la sentencia del Tribunal Supremo del 7 de julio de 2022, que consideró el teletrabajo como derecho fundamental imprescindible y necesario para poder conciliar en el caso de tener vida familiar con hijos y/o personas dependientes a nuestro cargo.
¿Es esto un privilegio o una medida de conciliación? Para la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, la respuesta es que estas son buenas prácticas de conciliación y corresponsabilidad.
Cuidar Vs. cuidarnos
Pero ahora llega la pregunta que me hago yo, que ni soy madre ni tengo esas llamadas cargas familiares: ¿cuidar de otros está por encima de cuidarnos?
Si atendemos a todos los mensajes de psicología positiva que hablan del autocuidado y de poner nuestro bienestar por encima de cualquier cosa (nuestra salud mental o nuestra vida social para evitar la soledad y sus consecuencias, por ejemplo), podríamos pensar que cuidarnos está a la par que cuidar a otros.
Muchos justifican esta opinión con el hecho de que los padres han decidido ser padres. Por elección. Quizá el problema está en que la acción de cuidar y lo que conlleva no está tan de moda como cuidarnos. O quizá es simplemente una cuestión de que la sociedad y las empresas han cambiado, como bien apunta Iria Reguera que además de psicóloga y redactora jefe de Trendencias, es madre de un precioso bebé de un año. “Antes se solía contratar a gente para cubrir vacaciones. Ahora, las vacaciones de unos significa más curro para los demás”.
"Antes se solía contratar a gente para cubrir vacaciones. Ahora, las vacaciones de unos significa más curro para los demás"
En 2022 y con el fin del verano se destruyeron 189.963 puestos de trabajo y el paro subió en 40.428 personas en agosto según datos del Ministerio de Trabajo. Y a pesar de estos datos, lo cierto es que ha perdido la costumbre de las sustituciones de las que hablaba Iria. Antes se cubrían más las vacaciones de los trabajadores. Ahora el resto de los compañeros somos quienes nos hacemos cargo como podemos. “No falta gente dispuesta a trabajar, faltan empresarios dispuestos a no amargarle la vida a sus trabajadores”, afirma María Yuste, redactora sin hijos.
Los derechos de los trabajadores y la responsabilidad de la empresa
No deberían estarlo, algo con lo que Iria está de acuerdo. “Mis derechos como madre no tienen que pasar sobre los derechos de mis compañeras y compañeros de trabajo”. Eso no significa que la conciliación no sea necesaria. Lo es. Iria defiende de hecho que “se debería trabajar en favor de la conciliación por parte de empresas y Gobierno y que los y las trabajadoras con personas a su cuidado deberían tener facilidades para conciliar, pero que esas facilidades no perjudiquen a los demás trabajadores, sino que las empresas lo faciliten” .
Pero vamos un paso más allá gracias a la reflexión de María que afirma que “el hecho de que la conciliación recaiga en que tengas preferencia sobre tus compañeros sin hijos, es retrógrado porque está en sintonía con esa vieja presión por tener hijo y una familia tradicional”. Lo cierto es que, “que no tengas hijos no quiere decir que tengas compromisos con familia y amigos” tal y como apunta María que añade que “el hecho de que por no tener hijos te toque trabajar festivos, por ejemplo, te aísla si no tienes esa familia tradicional”.
"Que no tengas hijos no quiere decir que tengas compromisos con familia y amigos"
Siguiendo esa línea de pensamiento, Yuste afirma que “una de las principales razones por las que las nuevas generaciones tienen menos hijos es la precariedad laboral”. Si nos atenemos a los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) las cifras de nacimientos en 2023 siguen por debajo. Aunque esa precariedad laboral de la que hablaba Yuste no sea la única razón por la que tenemos menos hijos (hasta la genética tiene algo que decir al respecto sobre el tema), si es una de ellas.
No soy madre. No tengo hijos a mi cargo y tengo la ventaja de que teletrabajo. Podría ser madre, pero no lo soy, y eso no implica que mis derechos sean menores que los de alguien con hijos. “Al final estas cosas nos ponen unos contra otros cuando el problema no debería ser de los trabajadores”, afirma Iria, y en eso estamos todos de acuerdo. La pregunta que deberíamos hacernos no es quién debería tener más o menos derechos sino cómo podemos cambiar las cosas para que sean iguales para todos los trabajadores. Tengamos hijos o no.
Fotos | Kelly Sikkema, Juliane Liebermann, Alexander Dummer, Aditya Romansa, Liana Mikah y Jessica Rockowitz en Unsplash
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