Parece que ya no basta con enseñar el sujetador o colocar transparencias estratégicas en la ropa: el siguiente paso en cuestiones de tendencia sexy, son los ligueros a vista. No basta con llevarlos debajo de vestidos de noche sino que pasan a formar parte del vestuario de calle. Una tendencia cuanto menos, atrevida. Muy atrevida. Y bastante impracticable desde mi punto de vista.
Muchos diseñadores son grandes fans de esta prenda como ornamento, entre ellos Dolce & Gabbana o John Galliano, pero más allá de quedar muy teatral en pasarela y ser una buena opción en una velada especial, no le veo demasiada salida. Por mucho que Taylor Momsen quiera hacer de ellas una prenda de corte grunge.
Paulina Rubio es de las que se las pone sobre el escenario, y le pegaría también llevarlas fuera de él...
¿Qué pensáis vosotras? ¿Es una tendencia lujuriosa viable para salir a la calle o una rareza imposible?
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