Hay un episodio de la sexta temporada de Modern Family en el que Phil está fuera de la ciudad, así que este no tiene más remedio pasearse por casa metido en una tablet. Gracias a una estructura móvil puede seguir a su familia e interactuar con ellos a través de videollamada.
La estructura existe en la vida real pero no deja de ser precisamente eso mismo: una estructura.
La idea de crear algo parecido pero con inteligencia artificial incorporada se le ocurrió a Yossi Wolf, CEO de la empresa homónima, cuando su abuela empezó a tener problemas para desplazarse de una estancia a otra de la casa. Quería tener la posibilidad de comprobar cómo se encontraba cuando no contestaba al teléfono así que se rodeó de un equipo de ingenieros para crear algo que subsanase la imposibilidad de teletransportarse o de duplicarse para poder estar en dos sitios a la vez.
Así se gestó Temi, un robot con funciones parecidas a las de los asistentes de Google y Amazon. Temi responde a órdenes por voz y se conecta con otros aparatos inteligentes. Sin embargo, aporta al mercado algo que estos no tienen: autonomía propia. Tanta que cuando se está quedando sin batería, él solo se desplaza hasta la base de carga para conectarse.
Además, si así se le es indicado, es capaz de seguir a los humanos cuando se desplazan. Puede hacerlo de forma automática y también ser dirigido a distancia desde cualquier parte del mundo con un móvil. De este modo, permite a una persona ausente estar presente en dos lugares a la vez aunque sea a través de una pantalla.
El objetivo de este robot inteligente es hacer que la presencia virtual se convierta en una experiencia lo más cercana posible a la presencial. Por eso, no solo puede desplazarse sino que la pantalla se adapta y orienta hacia donde percibe que se encuentra su interlocutor para estar siempre centrada y darle la sensación de que le está mirando.
Aunque fue inicialmente ideada para vigilar a personas que necesitan cuidados, una vez puesto en marcha, el proyecto también se ha diseñado pensando en ejecutivos que pasan mucho tiempo fuera de casa o que no siempre pueden acudir a la oficina en la que se llevan a cabo las reuniones. El tercer mercado al que apunta es al de los youtubers e influencers al permitir grabar en movimiento, dejando las manos libres.
Los primeros modelos están a punto de salir de fábrica y tienen un precio de 1.500 euros nada desdeñable al tratarse de una cifra que ya rondan algunos ordenadores e incluso smartphones de alta gama en la actualidad.
La mayor pega, dejando a un lado la intromisión en tu privacidad que puede suponer, es que sólo opera en inglés y en chino de momento. Habrá que esperar un poco más hasta poder preguntarle por el tiempo o pedir que reproduzca nuestra canción favorita en alguno de los 25 nuevos idiomas en los que la empresa ya trabaja para su incorporación.
Fotos | Temi.
