Nacho Viñau
EditorMika Takishima, conocida en Japón como Takimika, es una mujer todoterreno que a sus 94 años entrena a diario e imparte clases, siendo la entrenadora de fitness en activo más longeva del país del Sol Naciente.
Esa pasión por el Fitness no la ha tenido desde siempre, ya que fue a los 65 años cuando descubrió lo que suponía hacer deporte, convirtiéndolo no solo en un hobby, sino en toda una forma de vida. La japonesa ha llegado a publicar incluso un libro, El método Takimika, para aprender a envejecer con energía.
Una crítica sobre la talla de su pantalón, la clave del cambio
@takimika_poweraging
Ese acercamiento al mundo del deporte comenzó con un comentario que todos hemos escuchado (y sufrido) alguna vez por parte de un familiar o de un amigo haciendo referencia a cómo le quedaba un pantalón. En concreto, fue su marido quien le comentó que su pantalón le iba pequeño. Pero lejos hundirse en la negatividad, esta ama de casa decidió dar una vuelta a su vida para hacer algo positivo con ese comentario negativo. Fue entonces cuando decidió apuntarse al gimnasio, convirtiéndose en una adicta al fitness. En cinco años, adelgazó 15 kilos.
Pero más que el cambio físico, lo que la transformó fue el cambio mental. A los 79 años comenzó a entrenar con un profesional, y a los 87 se estrenó como instructora, una actividad que mantiene en la actividad y que espera seguir realizando cuando cumpla los 100.
En estos momentos, la japonesa tiene su propio método, Takimika Taisō, y organiza sesiones virtuales para guiar a sus alumnos de entre 40 y 70 años para envejecer de forma saludable. Los vídeos que cuelga en Youtube son pura vitalidad, llamando la atención su agilidad, y sobre todo, esa risa contagiosa que tiene.
Cuál es la rutina diaria de esta entrenadora de 94 años
@takimika_poweraging
Takimika se levanta a las tres de la mañana, y sale a las cuatro de la mañana para caminar 4 kilómetros, correr otros tres más, y andar otro kilómetro de espaldas. Tras esa sesión de ejercicio matutina, a las 7 toma un desayuno equilibrado y rico en alimentos fermentados y con abundantes proteínas, con "Jurel o salmón asado, nattō (soja fermentada), huevos, tofu, kimchi (col fermentada) y nukazuke (encurtidos de salvado de arroz)".
Tras el desayuno, Takishima hace las tareas domésticas, y a veces también hace estiramientos. A la hora de ver la televisión, mantiene la espalda bien recta y activa el abdomen. A medio día, toma un almuerzo ligero, con un plátano y Yakult (una bebida de leche fermentada probiótica muy popular en Japón que contiene millones de Lactobacillus casei Shirota, una cepa de bacterias beneficiosas para la salud intestinal).
Por la tarde se dedica a recibir clases individuales de su entrenador o ejercer como instructora por internet. Y si no tiene clases, entrena. Hace estiramientos en silencio y ejercicios de fuerza durante un par de horas. Justo antes de cenar, toma un poco vino blanco o tinto (algo que también recomienda el experto en longevidad Dan Buettner), y después, suele tomar sopa de verduras con pollo.
En sus comidas, no consume nada que lleve conservantes ni aditivos. Una de sus licencias, junto a esa copa de vino que toma antes de cenar, es tomarse un pastel cuando le apetece.
Por la noche, una vez que ha cenado, repasa las indicaciones que le ha dado su entrenador en la sesión de por la tarde, estudia inglés o aprende cosas relacionadas con la tecnología y los ordenadores para mantener su mente ágil y poder contactar con el mayor número posible de gente.
Fotografías | Instagram de Takimita
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