José Manuel Felices, médico: "La piña, la sandía y el melón son muy saludables, pero pueden provocar problemas de sueño"

En Navidad hay un postre natural que está muy presente en muchas casas: la piña. Esta fruta es deliciosa, saludable y tiene propiedades diuréticas que ayudan a eliminar líquidos y toxinas del cuerpo, por lo que es perfecta para combatir la retención de líquidos y al hinchazón. Por estos motivos, es ideal para tomar un postre ligero después de una comida navideña copiosa. 

Pero esta fruta, al igual que la sandía o el melón, puede ser contraproducente para dormir dormir bien. El médico especializado en radiología José Manuel Felices ha explicado en un vídeo en su cuenta de TikTok que a pesar de los beneficios nutricionales de estas frutas, que muchas personas toman antes de acostarse por ser ricas y ligeras, podrían ser un obstáculo para dormir de forma reparadora.  Y no, no es que sean malas para la salud ni mucho menos. De hecho, son todo lo contrario. El problema está en el momento del día en el que decides comerlas.

El enemigo invisible: el agua y el efecto diurético

La clave está en su composición. Estas tres frutas tienen algo en común: un altísimo contenido en agua. La sandía, por ejemplo, está compuesta por más de un 90% de agua, y el melón y la piña no se quedan muy atrás. Esto las convierte en aliadas perfectas contra la deshidratación. Pero esa misma característica es la que puede fastidiarte el sueño.

Como explica Felices en su publicación, el cuerpo absorbe y procesa el agua de estas frutas con gran rapidez. Y cuando consumes tanta agua justo antes de dormir, tus riñones se ponen a trabajar a marchas forzadas. El resultado es un aumento en la producción de orina que, inevitablemente, te obligará a levantarte en mitad de la noche para ir al baño.

Y ahí es donde se tuerce todo. Porque cada vez que te despiertas para ir al baño, rompes el ciclo del sueño. Interrumpes esa fase profunda y reparadora que es precisamente la que hace que al día siguiente te levantes como nuevo. O, por el contrario, como un trapo.

Pero además, en el caso de la pila, contiene una enzima llamada bromelina. Aunque esta enzima es sumamente beneficiosa para la digestión de proteínas, lo cierto es que si se consume por la noche puede impactar en el sistema nervioso. Pero además, también triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina y la melatonina, hormona que regula el ciclo del sueño. Pero la acción estimulante de la bromelina puede neutralizar su efecto, provocando que el cuerpo se active en lugar de prepararse para el descanso.

No es que sean malas, es que el momento de tomarlas lo es todo

Insistimos: la piña, la sandía y el melón son frutas sanísimas. Están cargadas de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. La piña, además, es conocida por sus propiedades digestivas y antiinflamatorias. La sandía es una bomba de licopeno. Y el melón es rico en potasio y vitamina C. 

"Lo que es bueno para el cuerpo durante el día, no siempre es lo mejor antes de ir a dormir. La piña, por ejemplo, es fantástica para una comida o como postre después de una comida copiosa, ya que ayuda a la digestión. Pero por la noche, cuando el organismo se prepara para ralentizar sus funciones, su consumo puede ser contraproducente"

El problema, como tantas veces en la vida, no es qué haces, sino cuándo lo haces. Si te las comes a media mañana o en la comida, tu cuerpo tiene todo el día para procesar ese agua y eliminar lo que no necesita. Así, cuando llegue la noche, ya habrás hecho la digestión completa y tus riñones estarán tranquilos. Pero si las conviertes en tu postre de las diez de la noche, estás mandando una señal muy clara a tu vejiga: "prepárate, que esta noche hay faena".

Otras frutas que también pueden ser un problema nocturno

Aunque Felices se centra en el trío sandía-melón-piña, la realidad es que cualquier fruta con alto contenido en agua puede tener un efecto similar si se consume en exceso antes de dormir. Eso sí, algunas son más problemáticas que otras.

En su vídeo, el doctor menciona también otros alimentos que, pese a ser muy saludables, no son los más indicados para la cena si lo que buscas es dormir de un tirón. Por ejemplo, el aguacate. Aunque está repleto de grasas saludables y es una maravilla para el organismo, su digestión es más lenta y su contenido en tirosina puede hacer la digestión más pesada y dificultarte el descanso.

Por el contrario, hay alimentos que sí pueden ayudarte a dormir mejor. Felices recomienda los pistachos, que contienen melatonina natural (la hormona del sueño), o el plátano, rico en triptófano, magnesio y potasio, que favorecen la producción de serotonina y melatonina. También la pechuga de pollo, fuente de proteína sin exceso de grasa y con triptófano.

Fotografías | Freepik, José Manuel Felices

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