Es evidente que no existen términos absolutos en lo que a relaciones se refiere. Cada una es un mundo y lo que a ti te funciona en la tuya, puede que no funcione en la mía. Pero sí hay ciertos hábitos recomendables que, aunque no sean milagrosos, son sinónimo de una relación saludable, como por ejemplo practicar el estándar 5-1 de Gottman.
Con la comunicación en pareja pasa algo parecido. Aunque mi relación se sostenga con interacciones positivas y la tuya con el agradecimiento, es necesario que en todas las relaciones (no sólo las románticas) la comunicación sea efectiva y sobre todo, respetuosa. Sin embargo hay ocasiones en que no nos damos cuenta de lo dañinas que resultan algunas frases. No insultamos, pero su uso reiterado puede ser devastador para cualquier relación. Hay cosas que nunca deberías decirle a tu pareja según los expertos en relaciones. Son más tóxicas de lo que crees.
“Si quieres que haga (inserte aquí una tarea del hogar), dímelo”
Empezamos fuerte porque esta frase la escuché durante 14 años. Mi ex pareja la repetía cada vez que yo solicitaba más implicación en casa. “Si quieres que ponga la lavadora, dímelo”, “si quieres que vaya a la compra, dímelo” “si quieres que pase la mopa, dímelo”. Está bien solicitar aquello que necesitamos, pero en una convivencia las personas que viven juntas deben hacerse responsables ambas de las tareas de casa. No es responsabilidad de uno de los dos y el otro “ayuda”, es corresponsabilidad.
Según la Guía de corresponsabilidad del Instituto de la mujer, publicada por la Administración General del Estado, “La corresponsabilidad es el reparto equilibrado de las tareas domésticas y de las responsabilidades familiares, tales como su organización, el cuidado, la educación y el afecto de personas dependientes dentro del hogar, con el fin de distribuir de manera justa los tiempos de vida de mujeres y hombres.” Sin embargo, según el estudio sobre corresponsabilidad de USO esa corresponsabilidad no existe. Haya hijos de por medio o no. En las parejas sin hijos en las que ambos trabajan, las mujeres dedican 16,4 horas a la semana a tareas domésticas y los hombres, solo 8,7. Y hay más estudios al respecto. El informe llamado “Desigualdades de género en el trabajo remunerado y el no remunerado tras la pandemia” publicado en febrero de 2023 afirma que las mujeres invierten a la semana 43 horas al cuidado de menores y las tareas del hogar. Los hombres 28.
Cuando le decimos a nuestra pareja o ella nos dice que le “digamos” lo que tiene que hacer en casa, estamos dando aún más carga mental al otro miembro de la pareja. Es mucho mejor hacer un reparto equitativo de todo y si hace falta hasta con un horario establecido para ello.
“Haces una montaña de un grano de arena” o “te enfadas por todo”
Lo mismo ocurre con un “estás exagerando”, “no es para tanto” o “no es gran cosa”. Estas frases solo consiguen minimizar los sentimientos y emociones de otra persona y comunican que no estás dispuesta a escuchar ni comprender sus sentimientos. La persona que lo recibe siente que no importa, que sus sentimientos son exagerados y que no estás escuchando ni tratando de validar sus emociones, lo que tiene un efecto no solo sobre su autoestima sino sobre su salud mental.
La psicóloga María Esclapez explicaba en su libro ‘Me quiero, te quiero’ que este comportamiento puede llegar a ser gaslighting, la anulación de los sentimientos y emociones que surgen en un conflicto. En su libro explica que “la luz de gas es una forma de abuso emocional, pero también se puede dar en forma de invalidación emocional.”
Frases que empiecen por “siempre” o “nunca”
John y Julie Gottman son dos de los psicólogos e investigadores clínicos de pareja más reconocidos del mundo. En su libro ‘La receta para el amor' identifican dos frases que no deberíamos usar en pareja: “Tú siempre” o “Tú nunca”.
Como bien explican en su libro, “estas frases nos alertan de que una pareja se encuentra en territorio inestable. La perspectiva negativa podría estar empezando a aparecer”. En lugar de expresar tus deseos y necesidades de una forma acusatoria como “nunca tienes detalles conmigo”, “siempre tengo que pensar yo todos los planes”, hazlo de una manera directa con un “me encantaría que tuvieras detalles conmigo, me harían sentir muy querida” o “para nuestra próxima cita me encantaría que pensaras tú un plan. Siempre me lo paso genial cuando lo haces”.
“Esto es propio de ti”
Lisa Marie Bobby, psicóloga de relaciones y fundadora de Growing Self Counseling & Coaching afirmaba a la CNBC que cualquier frase que haga atribuciones globales sobre el carácter de alguien “es altamente tóxica y negativa y no terminará bien”. El motivo es que erosiona el vínculo con tu pareja y elimina la posibilidad de crecimiento. Con ella sentenciamos que no hay posibilidad de cambio y no damos lugar a las explicaciones que la otra persona pueda darnos tal y como explica Bobby.
“Eso no es lo que pasó”
Creer que nuestra verdad es la absoluta y que lo que recordamos es la realidad y no la versión que nos dice nuestra pareja, puede ser peor de lo que parece. Lisa Marie Bobby explica que en cualquier situación o conflicto hay dos “lados completamente válidos” que a menudo son totalmente diferentes entre sí. Cuando usamos la frase “eso no es lo que pasó”, invalidamos a nuestra pareja porque damos a entender que nuestra perspectiva es la correcta y no hay lugar para la de nuestra pareja.
“¿Desde cuándo te gusta hacer…?”
Piensa en algo: todos cambiamos y ese cambio es inevitable y a su vez, necesario. Cuando estamos en una relación también cambiamos y que tu pareja tenga nuevos intereses, no es una amenaza pero tu negativa a “permitir” que lo haga sí lo es. Si estás con alguien que nunca intenta nada nuevo, tu relación terminará siendo de lo más aburrida.
¿Qué tal si en lugar de esa pregunta nos interesamos? Podemos preguntar cómo ha descubierto esa nueva afición, por ejemplo. Las relaciones sanas y duraderas implican que las dos personas sean capaces de crecer juntas.
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Fotos | La La Land
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