Anabel Palomares
EditorEl "síndrome de Simón" no existe como un trastorno. De hecho no es una acepción que se utilice en clínica, sino un término coloquial para describir a un tipo de hombre. No tiene base científica, tampoco es reconocido psicológicamente hablando, pero hace referencia a hombres que comparten cinco características que forman el acrónimo SIMON: Solteros, Inmaduros, Materialistas, Obsesionados por el éxito y con ciertos comportamientos Narcisistas.
El psiquiatra Enrique Rojas lo definía así en el programa de televisión Tarde AR donde añadía que cuando están en una relación y su pareja (heterosexual en este caso concreto de perfiles) quiere comprometerse, él sufre “pánico al compromiso” y presenta “taquicardia, sudoración, pellizco gástrico, dificultad respiratoria, ansiedad…”. Repito, no es un término aceptado médicamente. No es una patología ni un trastorno. Es una etiqueta social informal utilizada para describir un estereotipo de personalidad.
@tardeartv El psiquiatra Enrique Rojas nos da las claves para acertar en el amor. Nos cuenta el síndrome que padecen algunos hombres a partir de los 30 años, el conocido como ‘SIMON’ #enriquerojas #psiquiatra #rojas
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En el programa, Rojas explicaba que el término habla de un perfil de hombre concreto. “Se trata de un hombre soltero, en torno a los 30, aunque se podría hablar de 28 a 38 años, aproximadamente. Es inmaduro desde el punto de vista sentimental, porque solo busca divertirse, jugar como un donjuán que sale y entra, pero no busca a una mujer, sino a sí mismo. Está obsesionado con el éxito, quiere triunfar y es capaz de sacrificarlo casi todo por esta subida de peldaños en su trabajo. Y finalmente narcisista, muy centrado en la imagen y en la impresión que va causar a los demás”, aseguraba.
Este término informal para definir a hombres heterosexuales rondando los 30, es similar al síndrome de Peter Pan, que se trata de un fenómeno psicológico que “describe a aquellas personas adultas que evitan cualquier tipo de responsabilidad y compromiso correspondiente a la edad adulta”, como explican las expertas en psicología de Somos Estupendas, y hace que se mantengan comportamientos y actitudes inmaduras.
Rojas explicaba que aunque podrían mostrar madurez en el ámbito profesional, los hombres con lo que él denomina el síndrome de Simón no tiene madurez afectiva. “No sabe qué es el mundo sentimental, expresar sentimientos, no sabe que el amor es un trabajo de artesanía psicológica, desconoce que los sentimientos hay que trabajarlos con dedicación y esmero, porque si no se volatilizan. El inmaduro no sabe dar ni recibir amor y, sobre todo, no sabe cómo mantenerlo”.
En el caso del síndrome de Simón, esa inmadurez emocional les lleva a ser incapaces de mantener una relación estable y madura porque tienen miedo al compromiso, temor a mantener una relación a largo plazo. Desde Prado Psicólogos nos explican que “ese miedo genera una gran ansiedad, por lo que la persona no logra mantener una relación durante mucho tiempo”. Lo más probable es que si se presiona a esa persona para que se comprometa, termine con la relación.
Estos “Simones”, hombres centradísimos en su trabajo y su propio placer, podrían ser el resultado del “síndrome del emperador”, también conocido como del niño rey o del niño tirano, pero como comentábamos antes, no existe evidencia científica para confirmarlo. Lo que sí sabemos es que sin trabajar la inteligencia emocional, seguirán mostrando esos comportamientos inmaduros.
El filósofo Émile Durkheim hablaba de una "enfermedad de la aspiración infinita" que las personas criadas en una cultura del individualismo tienen más riesgo de sufrir. Quizá vale la pena preguntarse de dónde nace esa obsesión por el trabajo, ese perfil workaholism, incapaz de relacionarse con madurez y obsesionado con su propia persona. Puede que esa esa sea la explicación de que el mundo esté lleno de “Simones”, aunque no lo justifique.
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