Imagina que eres negociador de rehenes. Todos los días tu trabajo consiste en relacionarse con personas con las que la empatía es vital para salvar a los inocentes secuestrados, aunque no estés de acuerdo con ellos.
Eso mismo vivió Chris Voss durante 15 años, tiempo en el que fue agente del FBI. Ahora es empresario y autor de libros como ‘Rompe la barrera del no: 9 principios para negociar como si te fuera la vida en ello’. Chris Voss es experto en comunicación como pudimos ver en este artículo y también, y como no podía ser de otra manera, en empatía.
Pensando en esa empatía, Chris Voss tiene la frase que hará que te explote la cabeza y que tiene mucho que ver con la inteligencia emocional. Una frase que le dijo al también autor Justin Bariso cuando escribiría el libro ‘EQ Applied: The Real-World Guide to Emotional Intelligence’. Solo tiene seis palabras pero es imprescindible para entender de verdad la empatía: “la empatía no es sinónimo de acuerdo”.
La empatía no es sinónimo de acuerdo
Cuando hablamos de empatía es importante entender justo lo que Voss dice en esa frase. Que seamos empáticos no significa que estemos de acuerdo, algo que ya nos explicaba KIria Reguera, psicóloga y redactora jefe de Trendencias, “la empatía es la capacidad de ponerlos en el lugar de la otra persona y también se trata de la capacidad que tenemos las personas para entender los sentimientos y las emociones de las otras personas. Esto no implica que tengamos que estar de acuerdo con ellas o pensar igual."
Según afirmaba Voss, “cada uno de nosotros tomamos cada decisión en función de lo que nos importa, y eso hace que la toma de decisiones, por definición, sea un proceso emocional", algo con lo que la Universidad de Harvard está de acuerdo. En el caso de Voss, entender que empatía no es sinónimo de acuerdo, era clave.
Pensemos en su trabajo, en el que a diario trabajaba con personas que estaban delinquiendo. Era empático con ellos, porque buscaba sus motivaciones, el por qué de sus actos, sus razones… Trataba de encontrar el punto en el que encontrarse tratando de escucharlos y comprenderlos a pesar de lo complicado de la situación, pero eso no significaba que estuviera de acuerdo con sus actos.
Necesitaba la empatía para tratar de influir, negociar y persuadirles, evitando así que los rehenes sufrieran daño. Ese escenario puede extrapolarse a cualquier otro con la ventana de que nadie resultará herido en el proceso. Pero la empatía, igual que a Voss, nos servirá para nuestras relaciones siempre que entendamos que no es un sinónimo de estar de acuerdo con la otra persona.
Debemos recordarnos que, aunque no comprendamos realmente cómo y por qué se siente la otra persona así, tú también tienes razones para tomar ciertas decisiones con las que es posible que no estén de acuerdo. Ese cambio de enfoque permite que dejemos de ver las diferencias entre nosotros y pasemos a ver eso que tenemos en común, lo que facilita la comprensión y la conexión, que es en palabras de Voss lo más importante porque te ayuda a ti y a la otra persona a conectar emocionalmente y "te permite cambiar la opinión de la gente".
Una frase, para recordar cada vez que tengas que enfrentarte a una negociación sea de la índole que sea, desde con tu pareja a con tu jefe: “la empatía no es sinónimo de acuerdo”.
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