Aunque sea la última persona por la esperabas sentirlo, tu cuerpo y tu cerebro responderán a esa atracción sexual. Sin que tú sepas ni cómo se ha producido. Según las investigaciones, cuando conoces a alguien tu cerebro sabe si quiere o no tener relaciones casi inmediatamente después. Esa respuesta física que sientes es lo que te motiva a lanzarte.
La tensión sexual se manifiesta en reacciones físicas en el cuerpo que notarás cuando la otra persona esté cerca. Lo que hace que la atracción sea "tensa" es la falta de certeza que rodea la reciprocidad y, por lo general, la falta de familiaridad con la otra persona.
Pero hay veces en que dudas. No sabes qué sientes en realidad. No tienes claro qué está pasando o no sabes qué siente la otra persona por ti. Por eso hemos recopilado para ti las señales más comunes que indican que hay atracción entre dos personas. Ahora sólo te queda saber cuántas de ellas tienes tú.
Índice de Contenidos (24)
- Tu ritmo cardíaco aumenta
- No piensas con claridad
- Sientes mariposas en el estómago
- Sudas un poco
- Existe contacto visual prolongado
- Hay miradas tímidas
- No puedes dejar de sonreír
- Te sonrojas
- Miras fijamente a la otra persona
- Sientes cierta incomodidad
- Eres muy consciente de su presencia
- Cada roce aumenta el acercamiento
- Os abrazáis durante más tiempo
- Te acercas más
- Siempre termináis cerca cuando hay más gente
- Te cambia la voz
- Todo parece un coqueteo
- Bromeáis
- Siempre parece que algo se ha quedado en el aire
- La gente os ve bien juntos
- Buscas un encuentro
- No te la quitas de la cabeza
- Usas mucho el emoji de la tensión sexual: el fueguito
- ¿Por qué nos atraen algunas personas?
Tu ritmo cardíaco aumenta
Cuando sentimos atracción por otra persona, se produce un aumento de sustancias químicas como oxitocina, dopamina y noradrenalina. Ese deseo libera además feromonas y adrenalina, que aumenta la frecuencia cardiaca y estimula la circulación sanguínea, acelera la respiración y la presión sanguínea, y hace que los músculos se tensen.
No piensas con claridad
La excitación sexual puede desactivar partes del cerebro que te ayudan a pensar de forma crítica e incluso a comportarte como un humano racional. Es como si perdiéramos el juicio de alguna manera, arrastrados por la excitación. Cuando nos sentiremos atraídos por otra persona es normal que no pensemos con tanta claridad.
Sientes mariposas en el estómago
Tener mariposas en el estómago, expresión que se remonta a 1908, es una manera de dar explicación a un “sentimiento inquietante al que nos enfrentamos en un suceso estresante o emocionante” como nos explican desde National Geographic. Si ese cosquilleo se repite cuando estás frente a esa persona, o incluso cuando piensas en ella, sientes algo que podría ser hasta amor, aunque aún es pronto para ir tan lejos.
Sudas un poco
Además de que tu temperatura corporal puede empezar a subir al acelerarse el ritmo cardíaco, la noradrenalina actúa en la respuesta de lucha o huida del cuerpo, por eso sudas cuando te pones nervioso cuando estás cerca de alguien que te atrae sexualmente.
Existe contacto visual prolongado
Si os miráis constantemente y os mantenéis la mirada, hay tensión sexual. Las miradas intensas son una de las señales más evidentes de que existe atracción entre dos personas, y sugiere que hay deseo.
Hay miradas tímidas
La mirada tímida en la que se establece contacto visual y luego se mira hacia otro lado es una señal común de coqueteo no verbal, según un estudio que analizó los estilos de coqueteo. Miras y cuando te ven mirar, retiras la mirada.
No puedes dejar de sonreír
De nuevo las hormonas son las culpables de que tengas una sonrisa tonta en la cara cuando piensas en la otra persona y cuando está cerca.
Te sonrojas
De nuevo las hormonas jugándonos malas pasadas. Cuando sentimos atracción sexual por otras personas es normal que aparezca rubor en nuestro rostro. El rubor facial es una respuesta fisiológica que sucede de forma incontrolable cuando se acelera nuestro ritmo cardíaco, así que sí, es normal que os suban los colores cuando os gusta alguien.
Miras fijamente a la otra persona
Cuando sientes atracción sexual hacia otra persona es más que posible que te descubras mirando fijamente a tu objeto de deseo. De forma intensa y de arriba a abajo. Si es mutuo, es más que probable que vuestras miradas se crucen en algún momento.
Sientes cierta incomodidad
A no ser que seas un as de las conversaciones, cuando estás hablando con alguien que te atrae sexualmente es normal que sientas cierta incomodidad. Estás pensando en lo sexy que es mientras intentas decir algo divertido e ingenioso. Que la conversación se vuelva ligeramente incómoda es algo natural en esta situación.
Eres muy consciente de su presencia
Cuando hay tensión sexual tendemos a estar pendientes de la otra persona. Sabemos dónde está en la sala, cómo se mueve y con quién está hablando porque sin darnos cuenta, nos fijamos en la otra persona aún cuando no está cerca.
Cada roce aumenta el acercamiento
Nuestro cuerpo está en alerta y percibe cualquier tipo de contacto físico con la persona que nos atrae, hasta el roce más sutil. Y cualquier roce aumenta tu frecuencia cardiaca y hasta te excita. Cuando existe tensión sexual, es como si con cada roce te hubiera caído un rayo y la electricidad recorriera tu cuerpo.
Os abrazáis durante más tiempo
Tus abrazos con esa persona duran más que con otras. No queréis soltaros y se nota, porque no te quedas alrededor de los brazos de alguien por quien no sientes nada de nada.
Te acercas más
Si existe tensión sexual entre dos personas, es probable que ante el más mínimo roce, vuestros cuerpos se acerquen más. Cuando existe una atracción mutua cualquier gesto se interpreta como dar un paso más y el cuerpo busca aumentar la intimidad acercándose.
Siempre termináis cerca cuando hay más gente
Como si estuvierais movidos por un imán, siempre termináis cerca cuando hay más gente. Uno al lado del otro. Os apetece y buscáis que la distancia nunca sea más de un metro.
Te cambia la voz
Cuando estamos hablando con alguien por quien nos sentimos atraídos, nuestra voz se modifica ligeramente. De hecho es algo que está científicamente comprobado: el tono de voz cambia al hablar cuando se siente atracción por esa persona. Y ojo, que se ha demostrado que hablarle a alguien que te atrae también hace que tu voz sea más atractiva para los demás.
Todo parece un coqueteo
Desde cómo coges la copa, hasta la manera en que cierras y abres los ojos, las palabras que usas, el tono de voz que empleas y tus gestos. Todo parece parte del coqueteo. Cuando hay tensión sexual nada parece dejarse al azar y con cada movimiento damos la señal de “mírame, me gustas y quiero todo contigo”.
Bromeáis
Bromear con alguien que te atrae es una táctica de coqueteo común que la gente usa para provocar un juego. Favorece el acercamiento y la risa nos ayuda a generar un vínculo con otros.
Siempre parece que algo se ha quedado en el aire
Cuando tonteamos con otras personas siempre parece que hay algo que no se ha dicho, una caricia que no se ha dado o un beso que no se ha producido. Como si se quedara colgando en el aire a la espera de ser cogido.
La gente os ve bien juntos
“Hacéis muy buena pareja” o “¿No estáis juntos? Pues pegáis muchísimo”. Si creías que la química no se notaba, te equivocabas. No es fácil esconder la tensión sexual a ojos de quienes os rodean, así que si os han dicho algo de este estilo parece que eso que no ves tú, otros sí que lo hacen.
Buscas un encuentro
Vas al gimnasio a horas en las que no irías antes. Insistes a tus amigas a ir a “ese” bar en concreto. Tratas de ir por el pasillo que da a su despacho o intentas que tu jefa te ponga en un turno en el que (sorpresa) coincides con esa persona. Cuando existe tensión sexual, buscas cruzarte con la otra persona a toda costa.
No te la quitas de la cabeza
No es de extrañar que esa persona con la que tienes un crush tan fuerte aparezca en tus pensamientos, conversaciones e incluso en tus sueños. No es que cada vez que sueñas que te enrollas con alguien es que quieras algo con esa persona. Es más bien que si no te la quitas de la cabeza, aparece a menudo en tus sueños y la mencionas constantemente, puede que algo haya.
Usas mucho el emoji de la tensión sexual: el fueguito
Un fueguito en una historia de Instagram. Si lo recibes o lo das, hay tensión sexual. Esa persona te pone y lo demuestras con un sencillo gesto que no tiene otra interpretación posible. Fueguito es que quieres tema.
¿Por qué nos atraen algunas personas?
Según este blog de neurociencia de la Universidad Tufts, la excitación sexual no ocurre en el vacío, sino en un contexto. Implica procesos cognitivos, fisiológicos y neurológicos, todos los cuales incluyen y están influenciados por la emoción.
La Dra. Helen Fisher, antropóloga estadounidense, descubrió que la atracción sexual está determinada por tres factores: biológicos, la apariencia física; sociales, como el comportamiento de una persona; y evolutivos. Si combinamos estos tres factores con factores ambientales como estar cerca físicamente de alguien o el momento del ciclo menstrual en que te encuentras, o incluso la temperatura de la habitación, tenemos todos los ingredientes para que surja la tensión sexual.
Fotos | Eliott Reyna en Unsplash, Vince Fleming en Unsplash, Toa Heftiba en Unsplash, Phix Nguyen en Unsplash, Vidar Nordli-Mathisen en Unsplash
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