El síndrome de piernas inquietas, también llamado síndrome de Willis-Ekbom, es un trastorno del sueño relativamente frecuente en la población. Según los estudios, entre el 5 y el 15% de los adultos lo sufren, afectando más a mujeres y empeorando con la edad. El neurólogo José Antonio Reyes Bueno y la neuróloga Laura Lillo nos explican cómo reconocer sus síntomas y el tratamiento recomendado.
Cómo reconocer el síndrome de piernas inquietas
El doctor, experto del Hospital Vithas Málaga, nos cuenta que esta patología "se caracteriza por la presencia de una sensación a menudo extraña y
desagradable en las piernas, generalmente a nivel profundo por dentro de las piernas". El paciente siente una imperiosa necesidad de moverlas para sentir mejoría de dichas sensaciones, aunque sea de forma transitoria.
Además, el neurólogo afirma que los que lo sufren explican dichas sensaciones como: "necesidad de moverse, gateo, hormigueo, inquietud, calambres, algo arrastrándose, tirones, eléctrico, tensión, malestar, dolor y picazón." Unos síntomas que aparecen al inicio del sueño nocturno y que incluso pueden afectar a los brazos.
La doctora Lillo, codirectora de la Unidad de Medicina del Sueño del Servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional, añade que estos síntomas "impiden a los pacientes conciliar o mantener el sueño. También interfieren con actividades en las últimas horas del día, en las que debemos mantenernos sentados o tumbados como asistir al cine, teatro, realizar viajes prolongados."
Por qué aparece el síndrome de piernas inquietas
La especialista en sueño consultada añade "la presencia de una predisposición genética y hasta el 50% de los pacientes tienen antecedentes familiares." El neurólogo las especifica: "alteraciones del metabolismo del hierro en el sistema nervioso central y a alteraciones en los circuitos neuronales donde participan neurotransmisores como dopamina principalmente y otros como el GABA y el glutamato."
Además, los síntomas se agravan en el embarazo y la menopausia, por lo que la doctora teoriza que podría haber factores hormonales implicados, aunque no están aclarados. También se ha observado que los síntomas empeoran con el uso de "fármacos de tipo antihistamínicos, antidopaminérgicos o ciertos antidepresivos", según el neurólogo. Esto empeora con estados de depresión, ansiedad o estrés, factores hormonales y embarazo.
Cómo aliviar el síndrome de piernas inquietas en casa
El diagnóstico y manejo de estos síndromes debe ser realizado por neurólogos. Así lo alerta nuestro experto, debido a la complejidad del diagnóstico diferencial, de los fármacos usados para su tratamiento y a su posible relación con otras patologías neurológicas.
Sin embargo, el doctor Reyes Bueno indica que algunas estrategias que usan los pacientes para aliviar las molestias son frotar y presionar, estirar y aplicar contrastes de agua fría y agua caliente.
Tratamiento médico para el síndrome de piernas inquietas
El experto en neurología nos cuenta que es complicado tratarlo porque no se conoce bien su causa. "A día de hoy no tiene cura, pero con un tratamiento adecuado los pacientes llevan una vida normal" nos cuenta el doctor. Él enumera tres formas de paliar los síntomas.
- Tratamiento no farmacológico: se usa en pacientes con síntomas muy leves. Esto incluye actividades distractoras o mantener la mente ocupada al inicio del sueño, evitar factores agravantes y estimulantes como la cafeína, hacer ejercicio regularmente, masajes en las piernas o baños calientes.
- Tratamiento con hierro oral o endovenoso: en aquellos pacientes con déficits de hierro vistos en analítica y/o con niveles bajos de ferritina, a veces puede ser suficiente para controlar los síntomas. La neuróloga Laura Lillo recomienda hierro oral y, en determinados casos cuando la deficiencia de hierro es a nivel cerebral, también se puede usar hierro intravenoso.
- Tratamiento farmacológico: recomendado para pacientes con síntomas más intensos. Habitualmente se receta gabapentina o pregabalina y agonistas dopaminérgicos. En casos graves y refractarios se pueden usar hasta opiáceos.
La experta en medicina del sueño recuerda que "los tratamientos mencionados previamente son sintomáticos, alivian los síntomas, pero es necesario tomarlos a diario a largo plazo."
Consecuencias del síndrome de piernas inquietas
Como cualquier tipo de trastorno del sueño, esta afección impide el correcto descanso y puede tener efectos psicológicos y de salud más allá del propio síndrome. Fatiga, depresión, ansiedad, mala salud y más riesgo de patologías degenerativas o cardiovasculares son las que enumera el neurólogo consultado.
Fotos | Livi Po, Bas Peperzak, Giorgio Trovato.
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