Muchas de nosotras vivimos de alquiler y no terminamos de encajar el estilo de nuestros diminutos pisos. Hay espacios que se salvan y otros que no sabemos por donde cogerlos, pero es evidente que no nos vamos a poner a reformar un lugar del que no somos propietarias. Lo que si podemos es darle nuestro toque y cambiar el ambiente del lugar a base de soluciones reversibles.
Así lo ha hecho Daniel. Cuando llegó a su piso la cocina le horrorizaba, pero su casero no le dejaba hacer reformas. Las normas del propietario eran claras: nada de eliminar armarios, hacer agujeros en la pared con el taladro o cualquier otro cambio permanente. Pero claro, ese espacio como recién extirpado de una película cutre de lo 80, con armarios laminados de madera y cocina abierta al salón, no convencían para nada al inquilino.
La solución fue ponerse manos a la obra en busca de cambios reversibles con los que transformar ese lugar, y es que él quería crear un ambiente como de vinoteca parisina o loft de estética neoyorkina y para ello se gastó 220 euros. En principio puede parecerte una cantidad desmesurada, pero es que al ver el antes y el después una se queda sin palabras y lo entiende: están muy bien invertidos.
Como no podía cambiar ni los armarios ni las encimeras de la cocina, el inquilino utilizó papel adhesivo para dar un nuevo aspecto a todos esos muebles. En los armarios se decantó por uno de color negro mate que combinaba con el morado de los tiradores y para las encimeras uso un papel con acabado mármol.
Eso no fue todo, también dijo adiós al horrible suelo y para ello colocó unas baldosas adhesivas en color negro por encima, en busca de una estética más sofisticada. También cambió el protector de salpicaduras y dio una capa de pintura negra en la zona empotrada sobre los armarios.
Otro de los puntos clave fue instalar un neón en azul con la palabra 'dream'. Un toque más kitsch que rompe con la sobriedad que estaba adquiriendo el espacio a raíz de instalar el negro mate como Pantone del lugar. Pero eso no fue todo, también colocó un grifo dorado a juego con el diseño de la lámpara que por fuera destaca por su estampado a rayas negras y blancas y por dentro por su color oro.
Daniel añadió también una mesa de diseño modero además de cuatro sillas transparentes con respaldo. Aunque el toque que más nos ha sorprendido es el papel a rayas con el que ha tapado la pared del pasillo adjunto. Un diseño de lo más original a juego con la lámpara. Y es que como el propio Daniel ha explicado en redes, tiene cierta debilidad por este estampado desde niño.
Este es un claro ejemplo de como puedes darle una segunda vida a tu cocina de alquiler y tunearla a tu gusto sin miedo a que cuando te toque decir adiós a ese lugar tu casero no te devuelva la fianza. Soluciones reversibles que adoramos todas las que queremos evitar conflictos a toda costa con los propietarios..
Fotos | Instagram
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