En mayor o menor medida, en todos los hogares se acumulan objetos que nos da pena tirar o que guardamos por si acaso, pero que ocupan espacio innecesariamente. Esto puede hacer que, visualmente, nuestro hogar parezca menos limpio y nos quite espacio útil. No obstante, el resultado de verdad que merece el esfuerzo. No solo a nivel estético sino porque una casa ordenada y despejada facilita la relajación y el poder dedicar más tiempo a otros objetivos. No obstante, para que el proceso te sea más fácil, los especialistas en arquitectura y diseño de interiores Dimensi-on han preparado un valioso listado de cosas a tirar que te detallamos a continuación.
Entrada de la casa
Este es el típico lugar en el que acumulamos folletos de publicidad, tickets o cupones caducados, pilas usadas, cartas y llaves antiguas que no sabes ni de qué puerta son. Suelen estar encima del recibidor o en alguno de sus cajones, que tienen un alto peligro de convertirse en el típico "cajón de sastre" en el que todo cabe.
En primer lugar, deshazte de todo papel que ya no sirva o no necesites, tira las pilas gastadas, las llaves viejas y, cuando te hayas quedado única y exclusivamente con lo necesario, guarda estos objetos por categorías. Puedes ayudarte de cajas, carpetas y divisores de cajones. La idea es que puedas ver todo lo que tienes de un solo vistazo.
Cocina
El fondo de cualquier despensa que no se limpie con frecuencia acaba siendo un nido de alimentos caducados, esta es tu señal para que la revises. No obstante, en el resto de armarios de la cocina también acumulamos trastos como tuppers sin tapa y tapas sin tuppers. También hay que deshacerse de aquellas tarteras muy usadas que ya están amarillentas, tengan deformaciones, marcas o desprendan olores.
Otros utensilios de cocina con fecha no escrita de caducidad son las sartenes, lo sabrás porque habrá perdido sus propiedades antiadherentes y los alimentos se te pegarán. Otra señal es que estén perdiendo parte del recubrimiento. Si esto pasa, cambia la sartén sin miedo.
Tampoco hay que olvidarse de las bolsas de plástico y que, si no has usado ya en tanto tiempo, es que no vas a volver a emplear. Por último, lleva a un punto limpio los medicamentos caducados. Solo ocupan espacio y pueden ser peligrosos para tu salud.
Dormitorio y vestidor
Probablemente, esta sea la estancia de la casa en la que el reto de deshacerse de cosas sea más complicado pero hay que renunciar a los zapatos y ropa que ya no te pongas. Es más fácil de lo que piensas: si llevas dos temporadas sin ponértelo o, directamente, se te ha quedado pequeño o grande, ciao. Anímate a vender estas prendas, donarlas o dárselas a una amiga.
Del mismo modo, en nuestros cajones no pueden tener cabida calcetines sin pareja o con rotos. El joyero tampoco se libra de la purga. Elimina de tu vida la bisutería rota, desgastada o que ya no te guste. Y lo mismo con las gafas de sol que no te pongas. Ya sea porque ya no sean tu estilo, hayan quedado desfasadas o no sean cómodas. Por último, dale un repaso a tu colección de monederos.
Baño
En el baño se acumulan muchos cosméticos caducados (que, además, son un peligro para nuestra piel) y otros artículos que acaban ocupando más espacio del que parece. No se pueden salvar de la quema gomas deshilachadas, horquillas oxidadas, botes de jabones medio vacíos que ya no usas, sales de baño que nunca has usado, neceseres viejos o vacíos, cajas vacías de productos, cepillos de dientes muy usados, estuches de lentillas antiguos, ambientadores gastados, toallas de baño viejas... ¿Se te ocurre algo más?
Salón
Parece lógico pero, a veces, se nos olvida: lo mejor para que una habitación esté en orden es tener la menor cantidad de cosas posibles. En el salón, concretamente, lo que más se acumula son aparatos electrónicos obsoletos, cargadores que ya no son compatibles, auriculares de mala calidad o que ya no funcionan bien y cables cuyo uso desconocemos.
Aunque cueste, también hay que hacer selección en nuestra biblioteca. Deshazte de esos libros que nunca has leído y que en el fondo sabes que nunca lo harás. Estos puedes donarlos o venderlo pero lo que tiene que ir directo al contenedor del reciclaje son las guías telefónicas antiguas y los calendarios viejos que hayan podido quedar olvidados al fondo de cualquier cajón. También los manuales de instrucciones obsoletos y revistas que ya no consultas o son de hace mucho tiempo sin formar parte de una colección.
Deberían ir fuera también los juegos de mesa que han perdido piezas y están incompletos y, dejando la nostalgia a un lado, también las películas en formato VHS. ¡Si ni siquiera las puedes ver! Por último, echa un ojo también a las mantas viejas que ya no sen agradables y que nadie use.
Otras cosas (que no sabemos dónde las tendrás)
¿Creías que ya no era posible que quedara en tu casa nada más que depositar en el cubo de la basura? Pues no, lo que pasa es que no sabemos dónde tendrás guardados estos objetos. No obstante, sea donde sea, han de abandonar tu casa inmediatamente:
Los papeles de regalo usados es algo de lo que no debería costarte despedirte. Está genial reciclar y reusar papel, pero si no está como nuevo no merece la pena. Por otro lado, saca un rato para llevar al punto limpio o vender móviles y otros dispositivos electrónicos que ya no usas o que no funcionan.
La lista sigue con las agendas de otros años que ya sabes a ciencia cierta que no vas a volver a usar. Eso sí, censura o destruye antes la información que no deba caer en manos de extraños y conserva la que no puedas consultar de otra forma.
A la basura van también los adornos navideños viejos. Anímate pensando que así podrás renovarlos por otros que te gusten más (sin comprar de más, claro está). Di "au revoir" también a las tarjetas de presentación que has acumulado durante años porque, si no las has usado ya, no creemos que lo vayas a hacer. Por último, inspecciona tu material de papelería y deshazte de bolígrafos secos o libretas viejas que ya no tiene hojas limpias.
Foto de portada | Toa Heftiba
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