En el mundo de la gastronomía, al igual que en el de la moda, van cambiando las tendencias cada año. Si hablamos por ejemplo de la última moda gastronómica (que ya ha conquistado a Marta Ortega, por ejemplo), lo haremos del omakase.
Lo mismo ocurre con el ocio, que va cambiando con el tiempo y nos permite descubrir nuevas tendencias como la que te contamos hoy. Al igual que las terrazas en verano, los halls de los hoteles de moda se convierten en lugares de encuentro en los que tomar algo y pasar una velada divertida, y que van mucho más allá de ser el lugar del check-in.
Una nueva moda: tomarse algo en el hall de un hotel
Los vestíbulos o halls de los hoteles, el llamado también lobby, ha dejado de ser solo la recepción del hotel. Ahora es el lugar en el que podemos tomar el té de las cinco o un cocktail preparado por un barman profesional, en el que disfrutar de un vino o un vermut mientras vives el ir y venir de los huéspedes, o el lugar en el que tomar un café mientras imaginas las historias de aquellos que van con sus maletas y atraviesan el hall.
Podemos disfrutar de la gastronomía de lujo del hotel pero de una forma más informal, o simplemente pasar un rato en un espacio de diseño encantador. Y lo mejor es que no necesitamos estar hospedados en el hotel para disfrutar de este espacio, cualquiera puede vivirlo en primera persona.
Esta experiencia de lujo va mucho más allá, y te proponemos tres opciones en Madrid para disfrutar de un plan diferente y muy de moda.
Un vermut en “El Patio”, el hall con nombre propio del Four Seasons
Del Four Seasons nos gusta todo, desde la terraza brasserie de Dani García a las habitaciones o el espléndido spa (el más grande de Madrid con 1.500 metros cuadrados en cuatro alturas), pasando por supuesto por el impresionante hall del hotel que tiene nombre propio: El Patio.
Sus techos altos reposan sobre unas impresionantes columnas de mármol verde rematadas con capiteles dorados y que datan de 1925. Cómodos sillones y un menú que combina platos más clásicos como las maravillosas croquetas de pollo de corral, con platos locales como esta reinterpretación de las patatas bravas en forma de milhojas.
Además tienen pasteles y pastelitos para llevar que podremos disfrutar también allí, como esta maravillosa tarta de limón, yuzu y merengue del chef repostero Carles Codina, que es una auténtica locura.
El plan para el Four Seasons es tomarnos un vermut de jerez de barril en su hall y acompañarlo de un par de tapas clásicas pero vanguardistas. Un aperitivo de lujo para un día especial.
El té de las cinco en el Ritz
El mítico Ritz Madrid renació bajo la marca de Mandarin Oriental y el resultado no podría ser mejor. El arquitecto Rafael de La-Hoz fue el encargado de este proyecto y ha mantenido la estética belle-épôque del edificio con detalles tan fantásticos como la gran bóveda acristalada ubicada en el centro del hotel y bajo la que se extiende el Palm Court.
Allí es donde disfrutaremos del afternoon tea más clásico servido como en el galardonado Mandarin Oriental Hyde Park London, el “Mejor Afternoon Tea Contemporáneo”. Con una preciosa vajilla, el té de las cinco es una experiencia muy british que nos encanta.
Junto al té, mini sándwiches salados como el clásico de pepino con almendra y mostaza o el salmón, scones, macarons de violetas o milhojas de crema por poner solo algunos ejemplos.
Un café con dulces en el Rosewood Villa Magna
“Flor y Nata” es el elegante café gastronómico del Rosewood Villa Magna y su hall, lleno de rincones únicos, es calidez en estado puro. Junto a la chimenea el frío invierno es menos frío, y eso nos encanta. El experto pastelero Emanuel Alvés es el encargado de poner el toque dulce a este café con una selección de pasteles y pastelitos que nos encanta. Un must have en la capital.
Fotos | Four Seasons, Mandarin Oriental, Rosewood Hotels
