Ya lo he dicho más veces, adoro a Diane von Furstenberg. No sólo ha llevado una vida fascinante, sino que sigue siendo el espíritu vivo del optimismo. Lo puedes leer en su Twitter y lo puedes ver en sus creaciones. Y en esta colección Primavera-Verano 2013, se puede ver más que nunca. A mal tiempo buena cara, de peores sitios hemos salido, y todas las frases hechas que queráis, pero esta colección, está viva, grita alegría de vivir y nos anima de cara al próximo año.
Ropas que nos llevan a lugares exóticos, como Marrakech o Goa, gracias a las túnicas, a los caftanes, a los kimonos sueltos y a los pantalones sarouel. Ropas bohemias pero que pueden ser lucidas también en la ciudad, no como esos souvenirs que nos traemos de las vacaciones, y que una vez en casa, en otro ambiente diferente, no encuentran su lugar.
Ropa que sirve para ir a la playa y tomarte de seguido algo en la terraza.
Colorblock alegre y despreocupado, que sube el IVA, a mi plín, estoy contenta y voy a disfrutar cada día como si fuera el último.
El punto tecnológico del desfile lo pusieron las modelos llevando cámaras subjetivas. Junto con Google, DVF ha grabado estos días un documental de los preparativos del desfile utilizando la tecnología Glass.
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