Es una de las películas más famosas en cuanto a comedias románticas se refiere: Pretty Woman Sus protagonistas, Julia Roberts en el papel de una prostituta, y Richard Gere en el de un hombre de negocios multimillionario, nos deleitaron el 23 de marzo de 1990 con esta versión de una Cenicienta muy moderna. Con el paso de los años esta película sigue encantando, y es que cuando se emite en televisión, arrasa en audiencia. Hoy hacemos un repaso por sus mejores looks, responsabilidad de la diseñadora de vestuario Marilyn Vance.
Imposible olvidarnos de Julia Roberts, la novia de América, nombre que se ganó gracias a esta película, con su traje de prostituta, inspirado en un bañador de los años 60, yo diría que de un triquini por su corte. El look está combinado con unas botas altas negras de charol, compradas en una tienda llamada NaNa de Chelsea. El outfit va combinado con una chaqueta oversize granate de solapa negra.
Estilismo que también vemos cuando los protagonistas se van de compras por Rodeo Drive, pero con un toque más discreto: una camisa blanca masculina anudada a la cintura, al más puro años 90', y salones negros.
"Vamos a gastar aquí una cantidad indecente de dinero, y necesitamos mucha más gente haciéndonos la pelota, porque eso es lo que nos gusta"
Después de un día tan intenso de compras, Vivian aparece en el Hotel Regent Beverly Wilshire cargada de bolsas de refinadas boutiques. La actriz deja todos boquiabierta con un vestido blanco roto, ajustado al cuerpo que deja ver su perfecta figura y con detalle de botones dorados, que me recuerda mucho a los cortes de Chanel, combinado con una preciosa pamela negra.
Es mítico y podríamos decir que hasta icónico. Seguro que todos tenemos en nuestra retina el vestido rojo en el que se enfunda la actriz cuando va a la ópera. Este modelo estuvo a punto de ser negro. Según cuenta la diseñadora de vestuario, Marilyn Vance, se crearon vestidos de varios colores y se fotografió a Julia Roberts con todos ellos. El que más le favorecía era el rojo y fue el elegido. Un modelo de escote similar al corazón y tirantes en los hombros, combinado con una preciosa gargantilla de piedras preciosas en rojo.
El primer impacto estilístico de Julia Roberts en la película es el inicio de su transformación, cuando sorprende con un vestido de cóctel negro. Un clásico little black dress, ajustado y con detalles de encaje y pedrería, a juego con un collar pegado al cuello. Una aparición donde la protagonista nos muestra su lado más refinado.
Otro de los estilismos más recordados fue el outfit lucido en la carrera de caballos. Un vestido marrón con lunares blancos, cuyo tejido fue encontrado por la diseñadora de vestuario en los almacenes Silks and Woolens. Lo quería largo para combinarlo con unos zapatos de tacón Chanel, pero como no había suficiente tela, lo hicieron por la rodilla y sobró para el sombrero.
Sofisticado, femenino y elegante, así es el resultado del estilo de Vivian, conseguido al final de la película. Así lo demuestra con un look color teja formado por americana y bermudas de corte clásico combinado con camisa blanca.
¡25 años no son nada! Y nosotros seguiremos disfrutando de este clásico romántico con sus diálogos (me los sé de memoria), las canciones, la moda...y el amor.
Fotos | GTres
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