Hay parejas que pegan, otras que no lo hacen, unas que se mimetizan ene su estilo y ropa y otras que son muy distintas. Emma Stone y Andrew Garfield están entre las parejas que siemre imaginamos, y si estuviera juntos, haríamos por juntarlos.
Es como ese amigo que tienes que sabes que encajaría perfectamente con tu prima e intentas crear situaciones en las que se encuentren, porque aunque ellos no se han dado cuenta, lo suyo sería para siempre. Emma y Andrew comparten muchas cosas: juventud, un aire hipster, belleza (aunque sin ser paradigmas de ella tampoco), cierto toque outsider y una prometedora carrera por delante.
Se dice que un hipster es se caracteriza por una sensibilidad variada, alejada de las corrientes culturales predominantes (mainstream) y afín a estilos de vida alternativos y ellos parecen el perfecto ejemplo. Dirías que viven en Brooklyn, su casa tiene un toque vintage rústico sacado de las montañas de Ohio, comen todo orgánico y reciclan, la basura y la música de sus padres.
Se día son la típica pareja de Brooklyn que pasea por Central Park, no corre, con su frozen yogurt orgánico en la mano y su fresbee en la otra. De noche, o en la gala del MET, porque para ellos esa es su noche, lucen sus mejores galas. Pero nunca se pasan, la trenza deshecha de ella le da el toque informal de todo hipster y él arriesga con ese plata y ese corte a lo marine (que no le sienta bien, por cierto.)
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