Moda de cine (XIV) : horteradas varias en el vestuario de cine

En el mundo del vestuario de cine también hay grandes pifias y horteradas varias y variadas. No todo es glamour y buen hacer. Podríamos descartar algunas películas por la época en la que se rodaron, por ejemplo en los años ochenta, pero hay muchas que ni aún así se libran. Hay tantos despropósitos en el vestuario de algunas películas que es para salir corriendo. En el post no están todas las que tienen que estar pero sí una pequeña muestra.

Julia Roberts se convirtió en la novia de America gracias a "Pretty Woman". Todos nos sabemos la historia a las mil maravillas y nos conocemos el vestuario al dedillo. Pero nadie me puede negar que el look de prostituta de Julia Roberts no hay por donde cogerlo. Y las botas mosqueteras, amigas, siguen siendo una horterada, antes y ahora.

Sexo en Nueva York es un no parar de malos estilismo. Soy consciente de que Carrie and cia tienen muchas fans pero algunos de sus modelitos, en las dos películas, no hay por donde cogerlos.

Milla Jovovich es una monada de chica pero lo que le hizo Jean Paul Gaultier en "El quinto elemento" no tiene nombre.

Soy muy fan de "La chica de Rosa" pero hay algunos elementos de vestuario de la película que rozan lo inexplicable. Ese vestido rosa con las mangas abiertas es muy no.

"Supernova" con Marta Sanchez, el horror en estado puro. Si quieres pasar miedo de verdad nada como ver dicha película. Los pelos como escarpias.

John Travolta en "Fiebre del sábado noche" es la antítesis de lo sexy. Lo malo es que muchos hombres imitan ese vestuario. Nunca fue erótico llevar más escote que una mujer y encima peludo.

Halle Berry no salió bien parada de su interpretación en "CatWoman", normal, con ese bodrio de vestuario destrozaron un mito.

"Armas de mujer", vale, eran los ochentas, ¿pero de verdad hacía falta salir con esos pelos?

Kathy Bates en "Tomates verdes fritos" sale con un vestuario difícil de digerir. Los chandales con flores son de llorar.

"Bridget Jones", tengo que reconocer que yo también tengo pijamas muy horteras y llenos de dibujitos infantiles pero no hace falta enseñarlos, pertenecen a nuestra intimidad. Pero por las bragas, tamaño rinoceronte gigante, no paso ni loca.

"El bar Coyote", tops cortos, pantalones con estampado de serpiente y otros muchos sin sentidos que nunca lograré entender. Lo malo es que aún veo chicas vestidas así por la calle.